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¿Emprender o Emplearse?

Cuando era chico empecé a ver en la tele estos anuncios de Pepe y Toño del Consejo de la Comunicación. Para mi ese fue el inicio, porque a pesar de que en mi familia casi todos son o han sido emprendedores, yo no veía emprender como un acto de heroísmo, sino como un mal necesario. Ponías un negocio cuando no tenías de otra. Al menos así era en mi círculo familiar cercano.

Poco a poco la idea de emprender como una forma de vivir, una personalidad e inclusive una cosmovisión empezó a crecer en la sociedad. Un estilo de vida romántico de aventuras, solo para valientes.

Hoy voy a compartir un punto de vista muy impopular, y no espero que la mayoría esté de acuerdo conmigo pero si me gustaría que alguien aquí encuentre en estas palabras ese insight que les permita liberarse y finalmente tomar esa decisión que están postergando, sea cual sea. Mi intención es únicamente mostrar una mirada diferente, porque creo firmemente que si tantos emprendedores — que por más que tratan, no lo consiguen- tuvieran esta mirada, se ahorraría mucho sufrimiento en el mundo.

Hay 7 momentos en la vida de muchos de nosotros en los que no es buena idea  emprender un negocio.

Ya se sabe que 9 de cada 10 empresas fracasan antes de llegar a la marca de los 5 años. Yo creo que el motivo es muy sencillo: 5 años es la media en tiempo que al emprendedor se le acaba el dinero (o el crédito) sin encontrar un modelo de negocio redituable.

La pregunta aquí es ¿Por qué en 5 largos años, 60 meses, 260 semanas o 1,825 días no lo consigue? ¿De verdad es tan difícil tener un negocio exitoso?

Yo no creo que sea difícil, simplemente la mayor parte de los emprendedores emprenden en un momento terrible en su vida y por las causas equivocadas.

Estas son las causas:

  1. Emprenden porque no tienen trabajo.
  2. Emprenden porque no les gusta su jefe o no quieren tener jefe.
  3. Emprenden porque quieren ganar mucho dinero trabajando poco tiempo.
  4. Emprenden porque necesitan dinero y estabilidad pronto.
  5. Emprenden porque quieren “vivir de su pasión”.
  6. Emprenden porque quieren trabajar desde casa.
  7. Emprenden porque (aun sin saberlo) están rotos por dentro, y creen que emprender un negocio les va a ayudar a solucionar sus problemas personales.

Vamos a desarrollar uno por uno.

Emprender un negocio porque no encuentras trabajo

Es muy sencillo. Para emprender la habilidad clave son las ventas, y una persona que por más que intenta no ha conseguido trabajo, es porque no ha entendido la esencia de lo que es vender.

Vender es ser efectivo al comunicar una nueva forma de solucionar un problema viejo. Vender al buscar empleo es mostrarle a un posible empleador que eres capaz de solucionar un problema que no ha conseguido solucionar.

El asunto es que muchos siguen con la idea de que te contratan para que hagas un trabajo. Cuando la realidad es que una empresa te contrata única y exclusivamente si eres capaz de aportar valor en los términos ingenieriles de la palabra productividad. Productividad significa lograr más con menos.

Una persona que es capaz de lograr más con menos, y comunicarlo efectivamente, nunca va a tener problemas para conseguir trabajo, y es esa misma productividad la que vas a necesitar para poner un negocio y que a ese negocio le vaya bien.

No estoy diciendo que conseguir trabajo sea fácil, mucho menos un trabajo que te pague lo que quieres ganar haciendo lo que quieres hacer. No es fácil, pero es mucho más difícil hacer esto mismo cuando tienes tu propio negocio, porque tener un negocio significa hacer esto todos los días. Significa inventar y desarrollar sistemas que te permitan vender tu solución nueva a un problema viejo, todos los días.

Es por eso que yo creo que nadie debería poner un negocio porque no encuentra trabajo.

Si lo que tu quieres es trabajar en una empresa y no consigues emplearte, en vez de poner un negocio que trate de hacerle la competencia, mejor busca en tu interior y resuelve la pregunta:

¿Por qué no estoy consiguiendo comunicar a mis posibles empleadores que soy capaz de generar más con menos?

Bueno. Número 2.

Emprenden un negocio porque no quieren tener jefe o porque no les cae bien su jefe

Yo creo que muchos saben esto, pero lo ignoran. Aquí va con toda la claridad. Cuando tienes un negocio no tienes un jefe. Tienes un jefe por cada cliente, socio o inversionista.

Dejar un trabajo como empleado por no querer tener jefe es como pedir coca light. No soluciona el problema.

Si no te gusta tu jefe actual o no te puedes reconciliar con la idea de tener jefe, te va a pasar algo muy parecido cuando emprendas un negocio.

Si quieres poner un negocio porque no te gusta tu jefe o no quieres tener jefe… mi recomendación es que aprendas a trabajar en equipo.

Nadie es perfecto, todos tenemos cascadas de defectos, y no puedes fundamentar tu plan de vida en evitar trabajar en equipo con alguien arriba de ti.

Emprenden porque quieren ganar mucho dinero trabajando poco tiempo

En la mayor parte de los casos, emprender un negocio requiere mucho trabajo al inicio. Y al decir al inicio me refiero a los primeros 5, 10 o más años. Claro habrá excepciones, pero la norma en un negocio nuevo no es ganar mucho trabajando poco, sino todo lo contrario.

Como emprendedor te enfrentarás a lo que los inversionistas llaman “el valle de la muerte”, que es ese periodo en el que estás con ingresos de cero, consumiendo tus recursos personales.

“El valle de la muerte” es donde muchos terminan sobregirando las tarjetas, en el buró de crédito, vendiendo coches y casas. Claro muchos no, pero si vas a emprender tienes que prepararte para la austeridad extrema en algún momento.

Emprenden porque necesitan dinero y estabilidad pronto

El chiste se cuenta solo. Estabilidad es algo que en negocios se alcanza muy en el futuro. Si bien es verdad que muchos nuevos negocios alcanzan ese falso positivo en donde muy rápido obtienen muy buenos resultados, esto no significa que a partir de ese punto todo vaya a ir de bajada. De hecho, a menudo es lo contrario.

Emprenden porque quieren “vivir de su pasión”

Esta es la paradoja del emprendedor. Porque si lo que te apasiona es escribir… y pones una editorial, vas a terminar escribiendo poco o nada. Si lo que te apasiona es cocinar y pones un restaurante, vas a terminar cocinando poco o nada. Si lo que te apasiona es programar y pones una empresa de programación, si sigues creciendo, tarde o temprano vas a terminar programando poco o nada.

La ruta del emprendedor necesariamente lleva a una actividad: la administración empresarial. Un emprendedor cuyo negocio le va bien, tarde o temprano termina administrando su negocio

La paradoja es esta: Si quieres vivir de tu pasión, no pongas un negocio. Lo mejor que puedes hacer es conseguir un trabajo en el que te paguen por hacer hacer esa que es tu pasión. El trabajo creativo siempre es trabajo operativo.

Están rotos por dentro

Lamentablemente he conocido muchas personas que ponen un negocio porque emocionalmente, intelectualmente, físicamente, socialmente o espiritualmente están rotas por dentro.

Un negocio no te va a reparar. Al contrario, un negocio necesita de tu mejor versión de ti mismo para funcionar.

¿Estás roto por dentro? Primero acéptalo. Después ve a terapia, y cuando estés bien por dentro y por fuera, entonces vas a estar listo para emprender ese negocio.

Si me preguntan hay solamente un momento en el que cualquier persona debería considerar emprender, y no, no todas las personas atraviesan este momento.

Para mi, el único momento en el que debes poner un negocio es cuando se cumplen dos cosas:

  1. Tienes la capacidad de desarrollar una solución nueva y diferente a un problema existente y real.
  2. Tienes ventaja competitiva. Me refiero a algo que te separe de la competencia (Contactos, Patentes, Licencias, Contratos, Exclusividades). Si tu ventaja competitiva es “Yo soy mejor”, estás en serios problemas.

¿Cuál es el punto? Zapatero a tus zapatos.

Si en cambio te encuentras en alguno de los 7 escenarios que te he puesto, y aun así estás tratando de poner un negocio, mi recomendación es que primero trabajes en ti, soluciones lo que tengas que solucionar y vuelve única y exclusivamente cuando estés listo o lista para de verdad dar lo mejor de ti. Si realmente cumples con estos dos requisitos, no tengas la menor duda de que te va a ir bien con tu negocio.

¿Tienes dudas?

En las próximas semanas en Leaderlix vamos a presentar una Masterclass en línea centrada en estudiantes de los últimos semestres de la carrera que estén preguntándose que ruta debe seguir su camino. Si eres uno de ellos o conoces a alguien que podría beneficiarse puedes ver toda la información aquí.