Skip to content

Consulta las últimas entradas

Los 7 tipos de C-Level en una Compra Compleja

En compras B2B complejas, la barrera rara vez es que una persona “no entienda” tu propuesta. Con frecuencia, el freno es interno: los stakeholders no se ponen de acuerdo ni siquiera sobre cuál es el problema o qué tan grande es.

Brent Adamson, Matthew Dixon, Pat Spenner y Nick Toman, (autores del libro The Challenger Customer, que es la siguiente parte del aclamado libro de venta consultiva The Challenger Sale) lo plantean así: en negocios grandes, el factor limitante suele ser el consenso dentro de la organización"

Consenso es un elemento clave, para que cualquier negocio de mínima importancia se lleve a cabo en una organización, y al ser es el caso, la prioridad del vendedor B2B no debería ser la de intentar persuadir, explicar o transmitir información, tanto como de encontrar a ese tomador de decisiones que tiene por una parte de la voluntad interna, y por otro lado la influencia para desarrollar ese consenso.

El día de hoy vamos a basarnos en el trabajo de los autores arriba mencionados para analizar 7 tipos de personas que el vendedor B2B se va a encontrar al momento de prospectar y cómo relacionarse con cada uno de ellos para crear consenso y así poder cerrar ventas de mayor impacto.

C Level Stakeholders

Intuitivamente vamos a darnos cuenta que de los 3 tipos de C-Level, solo el "Mobilizer" tiene el poder de crear consenso, porque tiene las dos cosas: voluntad para ejecutar e influencia interna para alinear a los actores necesarios.

Cualquiera que ha trabajado en ventas, se ha enfrentado con un Blocker, que por cualquier motivo va a estar en contra de la implementación que estás proponiendo. Estos son los más peligrosos, puesto que al tener un alto nivel de influencia interna, pueden entorpecer tus esfuerzos para crear consenso y la forma correcta de lidiar con estos bloqueadores no es la de ignorarlos, si no le vas a hacer una estrategia específica para ellos.

Y luego, finalmente vamos a tener a los Talkes, quienes si no nos damos cuenta, pueden hacernos perder mucho tiempo, porque son personas que aunque tienen la voluntad no tienen realmente la influencia necesaria. Ojo porque hay ocasiones en donde los Talkers pueden tener un puesto de toma de decisiones, pero si no tienen la influencia informal para alinear las cosas, aunque tengan la decisión final la solución que van a implementar, puede ser una solución más moderada o status quo que es la que tú estás proponiendo.

Nuevamente, la estrategia no es ignorarlos, sino tratarlos de una forma especial.

7 Tipos de C Level

La empresa Hanover Insurance Group presenta Una clasificación que parte de estos 3 tipos, organizados por cómo reaccionan a los nuevos insights, cómo se comportan en materia de información interna, cómo hablan del cambio, y cómo se comunican, y lo que vamos a hacer ahora es que vamos a analizar cada uno de estos 7 personas en C Level y cómo actuar con cada uno de ellos.

Desestigmatizando al Bloqueador

Antes de comenzar, tenemos que notar que como vendedores, a veces podemos llegar a tener una respuesta negativa visceral frente a un bloqueador. Podemos tomarnos el hecho de que nos estén bloqueando como algo personal, pero no siempre es así.

A veces se interpreta al Blocker como “oposición”, pero una explicación útil (y con respaldo científico) es que muchas decisiones reales tienen una alternativa “por default”: no hacer nada. Samuelson y Zeckhauser documentan en el Journal of Risk and Uncertainty en el artículo Status Quo Bias in Decision Making que las personas tienden de manera desproporcionada a quedarse con el status quo; además muestran evidencia tanto experimental como en decisiones reales. 

Esto importa en C-Level porque el costo de equivocarse es alto, y el status quo suele sentirse como la opción con menor exposición inmediata.

Es por eso que si tú vas a tomar la posibilidad de convertir a un bloqueador en un movilizador, tienes que aprender a ponerte en sus zapatos, y si no es posible convertir al bloqueador en movilizador entender el riesgo real que la empresa enfrenta cuando tú le presentas cambio, eso es lo que tiene examen en tu mente todo el tiempo si quieres hacer presentaciones que tengan verdadero impacto comercial.

1) Mobilizer: Go-Getter (Ejecutor)

Explicación general

Ante un Go-Getter, lo que vas a observar es una orientación a la ejecución y a la coordinación interfuncional. La propuesta se va a traducir rápidamente en decisiones operativas: alcance, responsables, recursos, dependencias, riesgos y métricas de evaluación. En un contexto C-Level, este perfil se va a distinguir por su capacidad para ordenar la conversación en torno a un plan verificable y por su disposición a activar a las áreas necesarias para que el trabajo ocurra, reduciendo ambigüedad y estableciendo condiciones concretas de implementación.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “La solución va a ser reducir tiempos de ciclo en el proceso X.”
Go-Getter: “¿Cuál va a ser el alcance del piloto, quién va a ser dueño del proceso, qué recursos internos va a requerir y en qué fecha se va a evaluar el resultado?”
Tú: “Va a requerir participación de Operaciones y TI.”
Go-Getter: “Se va a necesitar un plan por fases con responsables, riesgos y criterios de salida.”

Recomendaciones generales de comunicación

La comunicación se va a beneficiar de estructura orientada a implementación: supuestos, dependencias, responsables, cronograma y criterios de éxito/fallo. También se va a requerir especificar qué evidencia se va a generar en cada etapa y cómo se va a tomar la decisión de avanzar, ajustar o detener. La imprecisión en tiempos, requisitos o propiedad interna se va a interpretar como riesgo operativo.


2) Mobilizer: Skeptic (Escéptico saludable)

Explicación general

Ante un Skeptic, lo que vas a encontrar será una evaluación crítica del caso orientada a validar supuestos, límites y condiciones de aplicabilidad. La conversación se va a centrar en la robustez empírica: línea base, comparadores, escenarios, variables que pueden invalidar el resultado y mecanismos de control. En C-Level, este perfil se va a asociar a responsabilidades donde el costo del error es alto (riesgo, cumplimiento, seguridad, continuidad), y su validación va a funcionar como señal para otros stakeholders.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “El impacto se va a observar en menor retrabajo y menor variabilidad.”
Skeptic: “¿Cuál va a ser el baseline, qué rango de resultados va a ser plausible y qué condiciones lo van a invalidar?”
Tú: “Estos van a ser los supuestos y límites.”
Skeptic: “¿Cómo se va a auditar el resultado y bajo qué criterios se va a decidir detener o revertir?”

Recomendaciones generales de comunicación

Se va a requerir explicitar supuestos y limitaciones, y presentar evidencia en rangos y escenarios, evitando afirmaciones absolutas. También se va a necesitar una metodología de medición (línea base, ventana temporal, métricas primarias y secundarias) y un esquema de control (auditoría, mitigaciones, plan de reversa). Las objeciones se van a abordar como hipótesis verificables.


3) Mobilizer: Teacher (Docente)

Explicación general

Ante un Teacher, lo que vas a observar será una contribución al consenso a través de clarificación conceptual y alineación de criterios. Este perfil va a reducir desacuerdo interno al estandarizar definiciones y construir un marco compartido que permita comparar opciones y discutir el mismo problema desde referencias comunes. En C-Level, su influencia se va a expresar en la capacidad de traducir complejidad a narrativa organizacional y de habilitar que otros actores comuniquen el caso con consistencia.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “Se va a observar fricción entre áreas y baja adopción del proceso.”
Teacher: “Antes de hablar de herramientas, se va a definir qué decisión se toma, con qué información, y dónde se introduce variabilidad. Sin ese acuerdo, cada área va a optimizar algo distinto.”
Tú: “Se va a mapear el flujo y los puntos de decisión.”
Teacher: “Se va a formalizar un marco con definiciones, métricas y gobernanza.”

Recomendaciones generales de comunicación

La interacción se va a beneficiar de marcos explícitos: mapa de proceso, árbol de decisiones, definiciones operacionales y métricas. También se va a requerir material reproducible internamente (resumen, glosario, supuestos, criterios) y un tratamiento explícito de implicaciones organizacionales (responsabilidades, gobernanza, cambios de proceso), integrándolas al análisis y no como apéndice.


4) Talker: Climber (Escalador)

Explicación general

Ante un Climber, lo que va a predominar será el énfasis en visibilidad, narrativa y escalamiento rápido a instancias superiores. La conversación se va a orientar a cómo se presenta la iniciativa y a cuándo se coloca en agenda, en ocasiones antes de que exista claridad sobre dueños, requisitos y ruta de decisión. En C-Level, este perfil puede facilitar acceso, pero su capacidad real de implementación va a depender de su influencia efectiva y de su control sobre recursos y actores críticos.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “Para evaluar el piloto se va a requerir incluir a Operaciones y Seguridad.”
Climber: “Primero se va a armar la presentación para el comité; después se va a ver a quién sumar. Se va a necesitar algo para mañana.”
Tú: “¿Quién va a ser dueño del proceso y quién va a poder bloquear?”
Climber: “Eso se va a resolver cuando ya esté en agenda.”

Recomendaciones generales de comunicación

Se va a requerir separar el trabajo de comunicación del trabajo de gobernanza. Va a ser necesario confirmar elementos verificables: sponsor formal, dueño del proceso, participantes indispensables, criterios de evaluación y ruta de compras/seguridad/legal. También se va a beneficiar de documentar supuestos y requisitos mínimos antes de escalar, para reducir el riesgo de ciclos de presentaciones sin decisiones operativas.


5) Talker: Friend (Amigo)

Explicación general

Ante un Friend, lo que vas a percibir será un enfoque relacional orientado a facilitar conversaciones y reducir fricción social. Se va a aportar contexto cultural, antecedentes de relaciones entre áreas e introducciones útiles. El límite va a estar en que la influencia para producir decisiones coordinadas puede ser baja si no existe control sobre recursos, agenda de ejecución o criterios de decisión. En C-Level, este perfil va a tender a priorizar inclusión y armonía, y a postergar definiciones que implican conflicto.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “Se va a necesitar acordar el problema con Finanzas y Operaciones.”
Friend: “Se van a poder hacer las conexiones necesarias; va a haber apertura para conversarlo.”
Tú: “¿Quién va a patrocinar y bajo qué criterio se va a decidir?”
Friend: “Primero se va a ver quiénes participan y luego se va a estructurar.”

Recomendaciones generales de comunicación

Se va a aprovechar para mapear stakeholders, tensiones históricas y fuentes de influencia informal. Se va a requerir pedir introducciones con objetivo definido y agenda explícita, y establecer señales de avance (sponsor, acceso a datos, decisión de alcance, calendario). Sin esa estructura, el proceso se va a desplazar hacia conversaciones relacionales sin cierre.


6) Talker: Guide (Guía)

Explicación general

Ante un Guide, lo que vas a obtener será conocimiento procedimental sobre cómo se ejecutan decisiones: secuencias de aprobación, requisitos de seguridad y legal, comités, documentos y tiempos típicos. El aporte principal va a ser la reducción de fricción administrativa y la prevención de bloqueos por omisiones de proceso. En C-Level, este perfil se va a asociar a trayectoria institucional o a roles con visión transversal del ciclo de compra e implementación.

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “Se va a buscar iniciar un piloto.”
Guide: “Primero se va a requerir revisión de seguridad, después arquitectura y luego compras. Si Legal entra tarde, el contrato se va a devolver. El comité se va a reunir cada dos semanas.”
Tú: “¿Quién va a decidir?”
Guide: “Formalmente va a decidir X, pero si Y objeta, no va a avanzar.”

Recomendaciones generales de comunicación

La comunicación se va a enfocar en convertir la ruta procedimental en plan: ruta crítica, hitos, artefactos y responsables internos. Se va a requerir un listado explícito de criterios de aprobación y de stakeholders indispensables. Este perfil no va a sustituir el patrocinio; se va a necesitar un movilizador para coordinación política y operativa, mientras el guide reduce fricción de proceso.


7) Blocker (Bloqueador)

Explicación general

Ante un Blocker, lo que vas a observar será resistencia al cambio con preferencia por el status quo. La resistencia se va a explicar con frecuencia por exposición al riesgo, defensa de control o incentivos locales, más que por desconocimiento del problema. En C-Level, el costo de un error va a ser alto y el costo de la inacción suele ser menos visible, por lo que el bloqueo se va a manifestar como incremento de requisitos, cuestionamiento persistente de prioridad o exigencia de condiciones de certeza difíciles de alcanzar. Va a ser relevante distinguir bloqueos por riesgo (seguridad, auditoría, continuidad) de bloqueos por política/incentivos (territorio, presupuesto, métricas, decisiones previas).

Ejemplo de cómo se va a escuchar (role play)

Tú: “Se va a proponer un piloto acotado para medir impacto.”
Blocker: “No va a ser prioritario y va a agregar riesgo. Ya existe un proceso; integrar esto va a introducir exposición operativa.”
Tú: “¿Qué criterio va a hacer aceptable un piloto?”
Blocker: “Se va a requerir impacto nulo y riesgo nulo, y aun así justificar por qué ahora.”

Recomendaciones generales de comunicación

Se va a tratar como un problema de riesgo y gobernanza, no como un desacuerdo personal. Se va a requerir formalizar criterios: evidencia necesaria, umbral de aceptabilidad, responsable del riesgo y controles implementados. Se va a beneficiar de pilotos con contención explícita (alcance limitado, aislamiento, auditoría, plan de reversa) y de documentación de supuestos y requisitos para evitar cambios incrementales sin cierre. Si el bloqueo va a ser político, se va a necesitar mapear su fuente de influencia y fijar compromisos de decisión para evitar condiciones nuevas indefinidas.

Bibliografía

 

Lee más
Cómo Crear una Tribu con Presentaciones Inspiracionales

Ubicada en el Cuadrante de las presentaciones que requieren una mentalidad de persuasión y una comunicación asertiva, nos vamos a encontrar con la presentación inspiracional.

La Presentación Inspiracional

La presentación inspiracional la podemos identificar fácilmente porque es como la típica TED Talk. Es una presentación que vuela alto en el cielo de la inspiración. Lo que esto significa es que es menos específica en cuanto a los detalles del plan que se está comunicando, y está mucho más enfocada en motivar y empoderar a los asistentes a actuar.

La presentación inspiracional es alta en persuasión, lo que quiere decir que tiene un claro objetivo: inspirar a los participantes a tomar acción.

También es alta en lenguaje empático, lo cual significa que se enfoca en conectar con el auditorio a través de tocar sus botones emocionales.

Hubo un tiempo en que impartir presentaciones inspiracionales era una actividad reservada a conferencistas motivacionales. En ese entonces, lo común para una empresa era contratar a un orador que tuviera una potente historia de vida y que, a través del ejemplo, inspirara a actuar a los demás.

Y aunque hoy en día esta sigue siendo una práctica común, también es cada vez más frecuente que se pida a los líderes de equipo (o inclusive a directores y líderes sin puesto formal) que hagan ese trabajo de inspiración, por estar más cerca del equipo y tener mayor sensibilidad hacia los retos que enfrenta una compañía determinada.

Impartir presentaciones inspiracionales no es algo limitado al ámbito corporativo. Organizaciones sin fines de lucro, de la sociedad civil, de gobierno, así como cualquier otro tipo de institución, pueden impartir este tipo de presentaciones a su comunidad interna o externa, con el propósito de crear awareness sobre los valores de la organización.

Las organizaciones comerciales y no comerciales pueden usar el poder de la presentación inspiracional para convertir su misión en un movimiento. Y lograr que la gente participe (de forma formal o informal) no solo por una recompensa económica, sino porque siente que está contribuyendo a un bien mayor. Un propósito importante. Significativo para ellos. Ese es el poder de la presentación inspiracional.

De Empresa a Tribu

La presentación inspiracional es la que tiene el potencial de convertir tu equipo en una tribu. Te voy a explicar el motivo.

Lo que sucede es que una presentación un poco más transaccional, como puede ser la Presentación Ejecutiva, tiene la posibilidad de mover a la gente a la acción, pero lo hace desde una dimensión un poco más racional, desde los datos, desde los hechos y desde el conocimiento de que todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, porque si no hacemos nuestro trabajo, pues bueno, nuestro puesto está en juego.

La presentación inspiracional, en cambio, tiene una naturaleza completamente diferente porque atraviesa mi yo racional, atraviesa también mi yo emocional y llega a un lugar mucho más profundo, al que casi nadie está acostumbrado a llegar, inclusive en su propio trabajo introspectivo. Veamos por qué es tan poderosa la presentación inspiracional.

Quiero que te imagines una línea recta en una hoja blanca de papel. Esa línea recta representa tu yo el día que naciste, antes de que supieras hablar y antes de que tuvieras ninguna posibilidad de comunicación racional con nadie. La única ventana que se abría para conectar con las demás personas era el llanto, y ese eras tú el día que naciste.

Sentido de Pertenencia Tribal

Ahora, a partir de ese día, y de forma continua, tú fuiste aprendiendo y aprendiendo y aprendiendo más cosas, y en algún punto, más o menos entre que cumpliste un año y tres años, aprendiste a hablar con mayor fluidez. Tu cerebro, como esponja, empezó a retener palabras y más palabras, y cada vez más palabras, y esas palabras empezaron a conectarse aquí arriba en nuestro cerebro.

Las palabras nos permitieron conectar ideas entre sí y ponerle una imagen plausible y plástica a los conceptos más abstractos. 

Aprendiste, por ejemplo, que un árbol puede ser árbol aun si es chiquito, si es grande o si es de una especie o de otra. Aprendiste lo que es un hombre y lo que es una mujer. Aprendiste la diferencia entre tener hambre y tener sueño, entre estar alimentado y estar descansado, y aprendiste cosas tan complejas que, a comparación de como era tu conciencia el día que naciste, es algo que, pues bueno, no se puede comparar. Y eso pasó entre el primer año y los tres años de vida.

Somos muy conscientes de que tú y yo, y todos nosotros, hemos desarrollado un yo racional, y mucho se ha hablado acerca de la relación tan importante que existe entre nuestro lenguaje y nuestra capacidad de razonar. Y quiero que te imagines esa capacidad de razonar como si fuera la punta del iceberg. La línea recta que te imaginaste al inicio es la superficie del agua, y sobre la superficie del agua se ve allá a lo lejos en el horizonte cierto relieve, y ese relieve es toda la razón y todo el lenguaje que tú eres capaz de procesar.

Lo que a veces olvidamos es que no somos seres enteramente racionales, sino que, al mismo tiempo y a modo de reflejo, en la medida en que fuimos desarrollando nuestro yo racional, también se fue desplegando ante nosotros nuestro yo irracional, al cual yo le voy a llamar el yo emocional, esa superficie más amplia que la razón, que está por debajo del nivel del agua, a la cual comúnmente llamamos subconsciente, que está integrado principalmente de memorias, traumas, recuerdos positivos y diferentes expresiones de nuestras emociones.

Nuestro yo racional es amplio y diverso, porque tenemos tantas facetas racionales como palabras en nuestro vocabulario. Nuestro yo irracional o emocional, que se encuentra del lado del subconsciente, también tiene muchas emociones, pero no tenemos tantas emociones como palabras. Y algo que es interesante es que, si nos ponemos a reflexionar, casi todas, o todas nuestras palabras, podemos asociarlas a una emoción de fondo.

De hecho, se ha documentado ampliamente que tomamos decisiones racionales con el propósito de justificar las decisiones irracionales que tomamos. Ya ha habido estudios en la materia; autores en psicología evolutiva y conductual han hecho experimentos replicables que nos permiten constatar que eso es verdad. Y yo creo que a estas alturas nadie cuestiona la relación que existe entre el subconsciente emocional y el consciente racional.

Muy bien, lo que a veces no tomamos tan en consideración, y que de hecho muchas personas no lo saben, es que más allá del subconsciente hay una capa más profunda, más hacia abajo en el iceberg, que es lo que Carl Jung llama el subconsciente colectivo.

Cuando pensamos en subconsciente colectivo, muchas veces podemos llegar a imaginarnos una especie de portal interdimensional, que si atravesamos, podemos acceder a un conocimiento místico y lejano.

Carl JungPero eso no es lo que Carl Jung quería decir cuando habló sobre el subconsciente colectivo. El subconsciente colectivo es algo que vive en nuestra mente, pero que nos conecta con los demás. Nos conecta no porque literalmente mi subconsciente esté conectado a tu subconsciente, sino porque nuestro subconsciente, en el nivel más profundo, abarca cosas que todos tenemos: verdades tan oscuras que muchas veces las reprimimos y las ignoramos; verdades arquetípicas que han sido parte de nosotros desde que el hombre es hombre y la mujer es mujer. Y eso es lo que vamos a llamar el subconsciente colectivo.

Nociones como la vida, la muerte, la feminidad y la masculinidad, el dolor, el sentido de pertenencia y el querer dominar, todas estas cosas vienen de nuestro subconsciente colectivo, se expresan en el subconsciente emocional y finalmente se racionalizan afuera del agua en el yo racional.

Y el motivo por el cual la presentación inspiracional es tan poderosa para crear sentido de pertenencia y sentido de tribu es porque toca esas verdades profundas y eternas que tenemos más allá de la razón, más allá de la emoción, en nuestro subconsciente colectivo.

Los buenos oradores inspiracionales saben acceder a esas verdades. Saben ir más allá de las convenciones y de lo políticamente correcto, y saben ir más allá de las obviedades emocionales que ya están perfectamente mencionadas y entendidas.

Un orador inspiracional entiende lo que es verdadero de ti, en tu núcleo, en tu centro, y es justamente ahí a donde dirige sus palabras. Por eso, la presentación inspiracional es tan poderosa para inspirar acción.

Se diferencia de la presentación ejecutiva porque la presentación ejecutiva inspira acción a un nivel racional, mientras que la presentación inspiracional lo hace a un nivel profundo, tribal, animal, eterno y arquetípico.

Errores Comunes

Uno de los errores más comunes que cometen líderes de equipo y oradores al tratar de impartir presentaciones inspiracionales es impartir presentaciones ejecutivas con palabras emocionales y esperar que esas presentaciones sean inspiradoras.

Leerlo así suena ridículo, pero es que eso es lo que hacemos. Y si lo pensamos bien, impartir una presentación inspiracional es algo muy diferente a impartir una presentación ejecutiva. La presentación ejecutiva es para poner a disposición del auditorio los datos y hacerlo de una forma asertiva.

La presentación inspiracional, en cambio, tiene mucho menos que ver con los datos y más que ver con la acción, con inspirar acción, con dictar la dirección, y después, posteriormente, a través de probablemente presentaciones ejecutivas, se ven los detalles de las acciones específicas. Pero la presentación inspiracional tiene más que ver con encender el fuego de la persona y motivarlo a actuar.

El motivo más importante por el cual impartimos presentaciones ejecutivas y esperamos resultados de presentaciones de inspiración es porque no entendemos bien la diferencia entre la información racional y el acceso arquetípico a la motivación profunda y eterna de la persona.

Una presentación inspiracional no es acerca de alcanzar el objetivo, vender más o alcanzar un KPI determinado. Una presentación inspiracional es sobre los motivos eternos y arquetípicos que todos tenemos, que son (como he mencionado) incluso menos que las emociones, porque las emociones tienen un nivel de complejidad superior que lo arquetípico.

¿Cuáles son, entonces, las motivaciones arquetípicas de nuestro auditorio? Pues son las motivaciones verdaderas y profundas que todos nosotros tenemos y compartimos.

  • Primera motivación arquetípica: salud para mí y los míos.
  • Segunda motivación arquetípica: seguridad y riqueza para mí y los míos.
  • Tercera motivación arquetípica: estatus y poder.

Fin de la historia. No tiene mayor ciencia. La presentación inspiracional no es difícil de impartir; lo difícil es quitar todas las capas de lo políticamente correcto para acceder a las motivaciones verdaderas y reales de mi auditorio.

Lo difícil es quitar la razón. Lo difícil es quitar la emoción. Pero una vez que hemos quitado la razón y quitado la emoción en mi presentación, lo único que queda es lo eterno, lo arquetípico, lo profundo y lo que es verdadero para todos nosotros. 

Es ahí donde se conecta con la gente. Es ahí donde conectamos con un verdadero sentido de pertenencia. Es ahí donde el equipo se convierte en tribu, y donde la misión corporativa pasa de ser una serie de enunciados que suenan a más de lo mismo, a un manifiesto tribal que uso como si fuera mi bandera y defiendo como si fuera mi familia.

Buenas Prácticas

Buenas prácticas para impartir presentaciones inspiracionales es primero reconocer que todos y cada uno de nosotros podemos hacerlo. No es una habilidad sobrenatural.

A lo mejor, a veces nos pasa que vemos a los grandes conferencistas motivacionales como Tony Robbins y Simon Sinek y pensamos que son personas bendecidas con grandes talentos que nosotros no tenemos. Los vemos como si fueran virtuosos, artistas o dotados, filósofos que pueden hacer algo que nosotros simplemente no podemos hacer.

Lo primero que tienes que hacer para empezar a impartir presentaciones inspiracionales, es entender que tiene mucho menos que ver con agregar algo a tu discurso, y mucho más con quitar lo que sobra.

Hacer presentaciones inspiracionales tiene menos que ver con aprender y más que ver con desaprender y olvidar.

El motivo más común por el cual las personas ordinarias no pueden hacer presentaciones inspiracionales es porque ni siquiera están en contacto ellos mismos con lo que es eterno, profundo y arquetípico para ellos.

Se han comprado la cantidad de mensajes que te puedas imaginar que las empresas, los gobiernos, los maestros y los demás nos han querido inculcar. Hemos aprendido a vivir para los demás, para el qué dirán, para satisfacer un incansable caudal de expectativas de otros, y nos hemos concentrado en ser todo menos lo que somos nosotros mismos. 

¿Cómo vamos a poder poner en contacto a los demás con su yo eterno, si nosotros mismos no estamos en contacto con nuestro yo eterno?

Por eso, el primer paso para impartir buenas presentaciones inspiracionales es renunciar a las expectativas de los demás, renunciar a lo políticamente correcto, renunciar al miedo de lo que van a decir los demás.

Creemos que por hablar con la verdad vamos a perder nuestro trabajo, nuestras amistades y nuestra familia. La realidad es que hablar con la verdad es lo que nos va a dar relaciones personales verdaderamente satisfactorias y relaciones profesionales que me den la prosperidad que estoy anhelando.

Tener buenas relaciones y tener éxito profesional no es algo que venga con ejercer habilidades nuevas; tiene que ver con olvidar todas esas habilidades nuevas y volver a lo original.

En Práctica

Puedes hacer tus primeros intentos para tu presentación inspiracional siguiendo este script:

 

Lee más
Cómo Impartir una Presentación que Eduque con Empatía

La presentación educativa es la presentación que vemos con frecuencia en clases, seminarios o conferencias que persiguen propósitos de educación. Vamos a encontrarla justo en la intersección de disponibilización de información y comunicación empática.

La Presentación Educativa

No todos los maestros son buenos maestros, pero si lo piensas, muchas veces los mejores maestros que hemos tenido han sido aquellos que han conseguido ser empáticos con nosotros.

Una presentación con propósito de mentoría implica no solamente transmitir información, sino hacer el esfuerzo adicional por preguntarnos cómo este dato que estoy tratando de que este grupo aprenda encaja mejor en el cuadro de valores, en la cosmovisión y en el sistema de creencias de las personas en mi auditorio.

Un maestro que decide ir más allá de solamente transmitir información, y hace el intento de conectar con el auditorio, va a ser un maestro que no solamente enseñe, sino que se convierta en mentor de sus alumnos.

Igual que en los otros casos, esto no significa que los maestros solamente se encuentren en el cuadrante de disponibilización y empatía.

Un buen maestro sabe cómo y cuándo usar el resto de las habilidades de comunicación. Recuerda que esta no es una tipología de personas, sino de Tipos de Presentación.

Para dejar más clara esa diferencia: una misma persona puede hacer una Presentación Ejecutiva usando lenguaje asertivo y disponibilizando información. Esta persona podría hacerlo, por ejemplo, si tiene que hacer un reporte con sus jefes. Luego, la misma persona puede hacer una Presentación Promocional si se encuentra en la posición de vender sus productos o servicios. En ese caso, tendría que hacer uso de su lenguaje asertivo y hacerlo desde una mentalidad de persuasión.

La misma persona, cuando capacite a su equipo de trabajo, podría impartir una presentación educativa, siendo empático en la transmisión de la información.

Y esa misma persona podría impartir una presentación inspiracional o motivacional a su equipo de trabajo en otro momento, haciendo uso de su mentalidad de persuasión y su lenguaje empático.

¿Ves cómo no es que sean diferentes personas, sino diferentes usos que le damos a las herramientas con las que ya contamos?

Cuando tú, yo o cualquier persona nos veamos en la situación de tener que enseñar o capacitar, lo mejor es hacerlo a través de una presentación eductiva, con lenguaje empático y mentalidad de disponibilizar información.

Errores Comunes

La presentación educativa no solamente la vemos presente en el salón de clases o en el aula de capacitación.

También hay ocasiones en las que la divulgación especializada requiere usar presentaciones de mentoría para educar de forma efectiva a diferentes stakeholders.

Para ponerte un ejemplo, déjame compartir contigo una historia. El domingo de la semana pasada, mi esposa, mis hijas y yo fuimos a dar un paseo al bosque.

La idea era que mi hija, la más grande, buscara ardillas para darles de comer. Así que llegamos al bosque y, al llegar, nos sorprendimos mucho cuando nos dimos cuenta de que había un enorme mercado de productos locales.

Había muchísimo más barullo de lo que hubiéramos esperado, y desde luego que las ardillas no se dejaron ver por ningún lugar.

Pero en cambio, en esta feria que se hizo alrededor del mercado, casualmente se estaba celebrando cierto aniversario o una festividad relacionada al trabajo que hacen los bomberos.

Y en ese marco, cuando llegamos al claro del bosque, estaba empezando una obra de teatro guiñol para niños pequeños, explicando la importante labor que hacen los bomberos.

Un Ejemplo de Presentación Educativa

Llegamos justo cuando la obra estaba empezando, así que corrimos a tomar asiento y empezó el espectáculo. La historia era la siguiente: una persona había dejado basura en el bosque y había encendido una fogata.

Después de eso, irresponsablemente, había dejado la fogata encendida y se había ido, lo cual dio como resultado que el fuego traspasara los límites de la fogata y causara un importante incendio.

Las personas de la localidad rápidamente informaron a los bomberos, quienes fueron a toda velocidad a tratar de apagar el incendio.

En ese momento, un vecino bien intencionado se acercó a los bomberos, que estaban haciendo el arduo trabajo de apagar el incendio, y este vecino se acercó para decirles que quería ayudar y que cómo podría ayudar, a lo cual los bomberos respondieron que la mejor forma de ayudar era no estorbar, puesto que no contaba con la capacitación y el equipo de protección necesario para hacer la tarea.

Al final de la historia, los bomberos consiguieron apagar el fuego, y todos los animales salieron para festejar que podían seguir viviendo tranquilamente, mientras que las personas de las comunidades cercanas podían seguir en sus casas, que no habían sufrido daños importantes.

Te voy a ser muy honesto: antes de haber vivido esa experiencia, yo nunca le había dedicado el tiempo a explicarle a mi hija lo que hacían los bomberos, ni la importancia de su trabajo.

De hecho, yo mismo no tenía mucha claridad acerca de ciertos de los aspectos que se tocaron en esa breve obra de teatro guiñol.

Por ejemplo, cuando se acercó el vecino a los bomberos para ofrecer su ayuda, yo me imaginé pensando que probablemente yo hubiera hecho lo mismo si me encontrara en esa situación.

La verdad es que nunca me había puesto a pensar en la importancia de estar bien capacitado en protección civil para apagar un fuego. Y mi hija tampoco.

Pero al terminar la obra de teatro, mi hija estaba mucho más sensibilizada y educada sobre la importancia de no tirar basura en el bosque y de tener cuidado con los fuegos espontáneos que se pueden llegar a dar.

Este es un excelente ejemplo de una presentación educativa. Lo que hizo muy bien este grupo de personas, haciendo este esfuerzo de comunicación, es que no solamente hicieron una lista de los datos que tenían que conocer las personas, sino que hicieron un gran esfuerzo por construir un mensaje que fuera apropiado para niños.

En vez de ponerles un video institucional o una charla de un bombero, trajeron una serie de marionetas contando una historia muy sencilla, en el lenguaje de los pequeños que asistieron a la obra de teatro.

El problema con muchas presentaciones educativas es que hay ocasiones en las que quienes las imparten no tienen presente la importancia de adaptar el lenguaje al lenguaje del auditorio.

No es que lo hagan porque sean malas personas, sino porque no se les ocurre que pueda ser necesario.

Lo vemos, por ejemplo, en el caso de los mensajes médicos. Hay ocasiones en donde las personas que tienen el conocimiento científico no tienen la visión necesaria como para poder adaptar el mensaje al lenguaje del oyente.

Vemos este tipo de fenómenos, por ejemplo, cuando se invita a un médico experto a un programa de radio a hablar sobre un problema de salud pública. A veces ese médico puede ser un buen comunicador, pero a veces no. Y cuando la respuesta es no, la gente puede acabar más confundida de lo que estaba originalmente.

Esto no se ve solamente en divulgación científica al gran público. El problema se repite, a una escala diferente, en situaciones de divulgación científica especializada.

Por ejemplo, en Leaderlix hemos ayudado a empresas que están en el sector salud. Hemos trabajado con grupos de médicos especializados o subespecializados que tienen que ir a dar presentaciones de divulgación médica a médicos generales, personal de enfermería u organizaciones de pacientes, por mencionar algunas.

Lo que pasa mucho en este tipo de eventos es que, al ser la medicina un dominio del conocimiento que tiene un lenguaje tan especializado, muchas veces los presentadores no toman el tiempo para adaptar el mensaje a las personas que lo van a escuchar.

Pasa incluso en presentaciones que son de médicos especialistas para médicos especialistas que muchos de ellos están tan inmersos en el lenguaje técnico que no hacen el esfuerzo adicional de preguntarse: ¿de qué forma este mensaje podría llegar más rápidamente a mi auditorio?

La comunicación científica es un tema largo y apasionante del que podríamos hablar durante horas.

Pero lo que voy a decir por ahora es que uno de los errores más comunes que vemos en este sentido es el de que una persona que tiene que impartir una presentación de esta naturaleza no le dé suficiente importancia a adaptar el mensaje a quien lo va a escuchar.

Esto puede dar como conclusión dos resultados que no son tan positivos: el primero es que el mensaje, de plano, no llegue; el segundo es que sí llegue, pero como se me ha transmitido de una forma tan sosa y plana, me puedo olvidar de ese mensaje, o puede ser que no sepa cómo actuar ahora que tengo la información de ese mensaje.

La idea con la que me interesa que te quedes de esta conversación es que no importa si tú tienes gran conocimiento para propósitos de transmisión de información, educación o presentaciones educativa, es muy importante que, además de tener el conocimiento, cuentes con la intención y la voluntad de adaptar tu mensaje a las experiencias y perspectivas de tu auditorio. Hacer esto requiere propósito de educación y mentoría.

Para dar excelentes presentaciones educativas, no solamente es importante que lo hagas desde el punto de vista de la empatía. También es clave que tengas conocimiento y control acerca del tema que estás enseñando.

Uno de los errores frecuentes que yo veo es el de personas tratando de enseñar temas sobre los cuales no tienen dominio.

Aristóteles, en su tomo de Retórica, distingue tres principales habilidades para hablar en público.

  • El primero es el logos, o la estructura racional de tu argumento.
  • El segundo es el pathos, que es el aspecto emocional y empático de la presentación.

Estos dos elementos los vemos con mucha frecuencia en todo tipo de presentaciones, pero lo que en ocasiones nos hace falta tomar en consideración es el ethos, que es el prestigio o la credibilidad de las personas que se encuentran hablando en el escenario.

O sea, digamos en pocas palabras, para simplificar, que el logos y el pathos están relacionados con el mensaje, mientras que el ethos está mucho más relacionado con la autoridad que proyecta la persona que está transmitiendo el mensaje.

En su libro The McKinsey Way, Ethan M. Rasiel cuenta una serie de anécdotas interesantes acerca de cómo funciona desde adentro la empresa McKinsey, que es, como sabes, una de las consultorías de negocios más importantes que existen en el planeta.

Ethan cuenta, por ejemplo, la anécdota de un consultor junior que recientemente se incorporaba a la firma, y quien, como parte de una especie de ritual de iniciación, se le encomendó la retadora tarea de ir y presentar, frente a un director general de una empresa multinacional, una recomendación específica sobre cómo podría optimizar una determinada oportunidad de negocio en su empresa.

Cuenta que este consultor junior, que venía recién salido de su MBA en una universidad de gran prestigio en los Estados Unidos, aún así estaba nervioso, puesto que estaba a punto de presentarle a una persona de mucha más edad, de mucha más autoridad y, sobre todo, de mucha más experiencia en su propio ramo.

Ese tipo de retos enfrentan consultores en McKinsey, y en cualquier otro tipo de empresa que se dedique a la consultoría.

Ethan M. Rasiel explica la forma en cómo McKinsey lidia con este Síndrome del Impostor que personas con menos credibilidad pueden llegar a experimentar cuando tienen que dar presentaciones frente a personas de mayor credibilidad.

El secreto está en el manejo de la evidencia que tú haces en tu presentación.

Una cosa es compartir tu opinión, tu historia, tu mirada o tu punto de vista, pero algo completamente diferente es dar una presentación de mentoría en donde cargas con la enorme responsabilidad de enseñar a una nueva generación conceptos que muchas veces podrían superar tu propia experiencia. El secreto no está en saberlo todo ni en esperar a tener años de experiencia. El secreto está en aprender a hacer investigación de fuentes con credibilidad.

Así de sencillo: de hecho, una persona con muy bajo nivel de seniority en una empresa u organización puede, de pronto, ganar mucha autoridad solamente con el hecho de conocer la información y la evidencia.

La evidencia se presenta en muchos tipos de contenedores. De hecho, hay una clasificación que nos permite entender qué tanta credibilidad nos va a dar usar cierto tipo de evidencia.

Clases de Evidencia

El primer nivel de evidencia es la experiencia personal, que es un nivel que sí tiene cierta credibilidad, pero no tanta y solamente frente a ciertas personas.

La experiencia personal te permite dar constancia de primera mano de que un fenómeno o una situación determinada es verdad porque te ha pasado, y aunque el hecho de que te haya pasado a ti puede ser signo de credibilidad frente a ciertos tipos de auditorios, va a haber otros tipos de personas para los cuales la experiencia personal es insuficiente.

Frente a estos auditorios un poco más críticos y escépticos, puedes usar el segundo nivel de evidencia, que son los estudios descriptivos.

Cuando un estudio descriptivo está publicado en una revista de cierto prestigio en la industria, puede darnos como resultado que, después de leerlo, podamos entender de una mejor forma qué está pasando en un fenómeno determinado desde un punto de vista descriptivo. Aunque todavía puede tener elementos de subjetividad, al haberse realizado esta observación con método científico, tiene un poco más de credibilidad que la simple experiencia.

Se puede decir, para fines de este argumento, que un estudio descriptivo supera en credibilidad a la experiencia personal porque puede incluir múltiples experiencias personales. Entonces, ya no solamente es lo que dice una persona, sino una descripción un poco más objetiva desde el punto de vista de muchas personas.

Luego, en tercer nivel, tenemos los estudios observacionales, que tienen mayor credibilidad que los estudios descriptivos, porque los estudios observacionales ofrecen conclusiones derivadas de una observación un poco más sistematizada. Porque el estudio observacional es analítico, mientras que el estudio descriptivo solamente describe.

El cuarto nivel de evidencia son los ensayos clínicos aleatorizados, que ya vienen con un nivel muy importante de credibilidad.

Un ensayo clínico aleatorizado es un estudio en el que un grupo de investigadores, normalmente avalado por una institución de prestigio, una universidad o un grupo de investigación, plantea una hipótesis y procura validar dicha hipótesis a través de la integración de grupos aleatorizados, que a veces son doble ciego, y que ofrecen un nivel de certeza mayor, puesto que su nivel de replicabilidad es superior.

Lo que eso quiere decir es que, si un grupo de investigadores replica un estudio aleatorizado del otro lado del mundo, en general debería ofrecer resultados idénticos o similares.

Ahora, aunque muchas veces los estudios de refutación ofrecen información que invalida el estudio anterior, esta relación de propuesta-refutación, propuesta-refutación, propuesta-refutación le da a estos estudios mayor credibilidad.

De hecho, se puede decir con confianza que, en muchos sentidos, el consenso científico viene de los ensayos clínicos aleatorizados.

Esto no significa para nada que un ensayo clínico aleatorizado sea capaz de ofrecer la respuesta verdadera y final a un fenómeno determinado. Pero, con todas las limitaciones que conlleva la experiencia humana, puede decirse con confianza que un estudio clínico aleatorizado, al estar basado en el método científico, nos ofrece tanto nivel de certeza como podemos nosotros tener acceso.

Dicho eso, ningún estudio es final, y la perspectiva científica nos obliga a siempre estar cuestionando el status quo. Es así como conseguimos retarnos constantemente y llegar a lo que idealmente es una versión más cercana a la realidad objetiva.

Por poner un ejemplo: a mediados del siglo pasado, era parte del status quo que la fórmula materna podía ser mejor que la leche materna para nutrición de los recién nacidos.

Estudios recientes de finales del siglo pasado y a lo largo de este siglo han desmentido este supuesto.

Ahora sabemos que, aunque la fórmula materna puede tener propiedades fortificadoras, no hay nada que reemplace la leche materna que una mamá le da a su bebé. Y así es como la ciencia va avanzando: estudio por estudio, nivel de consenso por nivel de consenso.

El nivel más alto de credibilidad que el método científico nos puede ofrecer podemos verlo a través de los llamados meta-análisis.

Un meta-análisis es una compilación sistemática en la que se agrupan diferentes fuentes, permitiendo un volumen superior para la muestra analizada, y que, debido al cuidado metodológico al que se someten estos datos, nos puede dar conclusiones con un nivel de certeza superior al de un ensayo clínico aleatorizado.

Se puede decir, para fines de este argumento, que un metaanálisis es una compilación de ensayos clínicos aleatorizados, y que cuando se hace bien, nos puede aportar un valioso punto de vista que también puede ser difícil de refutar.

Disciplinas científicas, como puede ser la medicina, se van a basar en meta-análisis para hacer guías y recomendaciones, y aunque nuevamente la información evoluciona en cada generación, puede decirse que, a través de estos metaanálisis, podemos acercarnos a lo más reciente que sabemos sobre un tema determinado.

Ahora, dicho esto, es muy importante resaltar que todo lo que acabo de mencionar a veces es el deber ser, porque en la práctica, hay múltiples motivos políticos, de organización de información y de intereses particulares que manchan este sistema de generación de información.

Nuestro sistema de publicación de artículos y de financiamiento de estudios todavía tiene un largo camino por delante, y es verdad que, a menudo, hay datos que se quedan fuera por motivos no necesariamente académicos, sino por errores en el sistema. Eso es una realidad innegable que tenemos que reconocer.

Lo que esto quiere decir es que, inclusive si nosotros llegáramos a tener todo el conocimiento de todas las publicaciones que se hacen sobre un tema determinado, todavía está el elemento humano que afecta nuestro proceso de llegar al conocimiento.

Lo que eso significa es que no hay forma de tener acceso al conocimiento objetivo, pero este sistema de niveles de evidencia es lo mejor con lo que contamos. Y tenemos que conocer la información, a lo mejor para usarla o, si no, para descartarla, pero por lo menos tenemos que hacerlo en conocimiento de que existe esa información.

Yo no me puedo presentar a impartir una presentación educativa sin conocer el status quo, ni el consenso. Puedo cuestionarlo, indudablemente, pero una cosa es cuestionar el conocimiento sabiendo de qué se trata y otra muy diferente es hablar desde la ignorancia.

Es decir, yo puedo cuestionar lo que se sabe, pero si mi cuestionamiento está basado en la ignorancia, pues no voy a tener ninguna clase de credibilidad en mi presentación educativa.

Impartir una presentación de mentoría es algo que hacemos desde la empatía y la intención de poner a disposición información para nuestro grupo. Pero tanto la empatía como la credibilidad en la información son dos cosas que, en el ideal, son perfectas… pero en la práctica son profundamente imperfectas.

Eso quiere decir que nunca voy a lograr empatizar en su totalidad con un grupo de personas, así como tampoco voy a poder proyectar credibilidad y enseñar a la perfección la información y evidencia disponible.

Esto es porque somos seres humanos, y el acto de enseñar es falible per se. Entonces, el riesgo que todos los que enseñamos temas especializados a auditorios especializados enfrentamos, es el riesgo de fallar. El riesgo de intentar y no lograr. El riesgo de tratar de empatizar y, en vez de eso, alienar a mi público. El reto de contar mi historia y que esa historia no se reciba como yo intentaba que se recibiera.

Te voy a contar una historia. Hace muchos años, me invitaron a dar una presentación frente a un grupo de médicos de Centro y Sudamérica.

El evento fue en un hotel hermoso en una playa, y la presentación que yo les iba a impartir era una presentación sobre comunicación de impacto en presentaciones médicas.

Cuando llegué al recinto, quise visitar el salón para ver más o menos cómo iba a estar la disposición de las sillas, la iluminación y todo lo demás. El recinto era bellísimo por sí mismo: de un lado, el rústico paisaje de un hotel integrado en la naturaleza; del otro lado, el atardecer sobre el mar; y frente a mí cientos de butacas vacías que en poco tiempo se iban a ocupar.

Llegó la hora y empecé mi presentación y empecé a hacer mi punto. El auditorio reaccionaba bien y participaba con entusiasmo. En algún punto, compartí con ellos la historia que voy a contarte a continuación.

...

Cuando mi esposa se embarazó por primera vez, empezó a atenderse con su ginecóloga de confianza, que era una doctora joven y de mucho talento.

En una de las visitas, cuando ya estaba avanzado el embarazo, rutinariamente le tomó la presión a mi esposa, y salió un poco más alta de lo que debió haber salido.

La doctora se lo atribuyó a que seguramente mi esposa venía subiendo las escaleras para llegar a la clínica, y que eso había afectado la lectura, por lo que no consideró necesario hacer una segunda lectura en la misma consulta.

Semanas más adelante, mi esposa empezó a tener dolores en la espalda media, cada vez más intensos a lo largo del día. Y un día, a medianoche, el dolor era tan difícil de manejar para ella que acabamos llevándola a urgencias en el Ángeles del Pedregal en Ciudad de México.

Ahí la atendió un médico, quien le mandó hacer un ultrasonido general. Todo salió en orden. Ya por la mañana, a mi esposa le había parado el dolor, así que, por recomendación del médico que la había atendido y de su ginecóloga, se le dio de alta, y nos quedamos todos pendientes de si volvía a pasar.

Con el paso de las semanas, el dolor volvió (y en esa ocasión, más intenso) y, por diferentes motivos, mi esposa visitó a un médico, no en México, sino ya en los Estados Unidos.

Cuando ingresaron a mi esposa a la clínica, lo primero que hicieron fue que le sacaron 12 tubos de sangre para hacerle toda clase de estudios necesarios. Y fue ahí cuando nos enteramos, por primera vez, cuando mi esposa estaba a dos meses de dar a luz, que estaba expresando síntomas de un padecimiento llamado síndrome de HELLP, que es preeclampsia en su estado más avanzado.

Esa misma mañana programaron una cesárea de emergencia. Y gracias a Dios, mi hija nació.

Pasó dos semanas en la incubadora, pero hoy está bien y dando lata. Y gracias a Dios, los niveles de mi esposa volvieron a un estado normal.

....

El motivo por el cual les compartí esta historia a estos médicos fue para hablarles acerca de la importancia de tener información al momento de comunicarse frente a los demás.

Mi intención era poner ese acento al compartir que solo después de haberle hechos estudios de sangre más específicos se llegó al diagnóstico correcto.

Y aunque la gran mayoría de los médicos recibieron muy bien la presentación, algunos de ellos se acercaron a mí al final para decirme:

"Oye Gerardo, se me hace mala onda que hayas contado esa historia que nos hace ver mal a los médicos hispanos frente a los médicos americanos, porque hay muchas diferencias que se tienen que tomar en consideración."

De ninguna forma fue mi intención hacer sentir a los asistentes al evento menos, ni mucho menos decir que los médicos en México o en América Latina no son buenos y los de Estados Unidos sí. Esa jamás fue mi intención. Pero un par de ellos lo tomaron así.

Y recordar esa vivencia me permite ver que, aunque hay veces que tratamos de ser empáticos y compartir nuestra historia para lograrlo, en ocasiones puede llegar a pasar que se genere un efecto opuesto. Y aunque esto es algo que, con la experiencia, debería pasar cada vez menos, siempre estamos en riesgo de intentar acercarnos a la gente y que la gente no lo tome bien.

Sin embargo, tomamos el riesgo. Porque esto no significa que debamos dejar de intentarlo. La empatía es un resultado que a veces se logra y a veces no. Pero mientras más lo intentamos, mejor nos hacemos y más experiencia ganamos.

Lo que se requiere de ti para impartir una buena presentación de mentoría depende de cuál sea tu background o tu perfil de comunicación.

Puede decirse que hay dos tipos de personas que suelen encontrarse en la posición de impartir presentaciones de mentoría.

Las primeras son las personas que tienen un alto nivel de dominio de los datos y, por lo tanto, proyectan credibilidad.

Luego, por otro lado, están aquellas que no tienen este nivel de dominio de la información, pero que sí tienen mayores habilidades para conectar con empatía con el auditorio.

Si tú eres una de esas personas expertas y con acceso a la información, lo que tienes que hacer es volverte más empático al momento de acercar esa información a tu auditorio.

En cambio, si eres una persona que es alta en empatía pero carece de los medios de investigación y credibilidad para presentar información verídica, entonces necesitas desarrollar habilidades de investigación y apropiarte de los tipos de evidencia que he compartido contigo, para que puedas hacerlo con mucha más fluidez, y así ganar autoridad.

Ahora bien, si ya tienes bien desarrollados ambos aspectos, ¡pues a todo dar! Porque entonces lo único que tienes que hacer es seguir haciéndolo, seguir tocando vidas, transmitiendo el conocimiento y haciéndolo de forma humana y cercana para tu auditorio.

En Práctica

Hay muchas formas de impartir presentaciones educativas, si en ese momento estás preparando una, puedes pasarte en este script y después personalizar para hacer la presentación tuya.

Bibliografía

Aristóteles. (2007). On rhetoric: A theory of civic discourse (G. A. Kennedy, Trad., 2.ª ed.). Oxford University Press. (Obra original publicada ca. siglo IV a. C.).

Rasiel, E. M. (1999). The McKinsey way: Using the techniques of the world’s top strategic consultants to help you and your business. McGraw-Hill.

Lee más
Cómo Impartir una Presentación Promocional que Inspire

Justo en la intersección que existe entre comunicación persuasiva y comunicación asertiva encontramos la presentación promocional, incluyendo presentaciones persuasivas como puede ser un pitch comercial, pero no solo eso sino presentaciones en las que en general tenemos que promover o posicionar un producto, servicio, persona o idea.

Lo que eso significa es que, para hacer una presentación promocional efectiva y que verdaderamente lleve a las personas a tomar una decisión de compra, o una decisión de acción enfocada en apoyar, comprar o consumir tu producto o servicio o a adoptar una idea, es indispensable que tu comunicación esté más enfocada en el aspecto persuasivo que en el aspecto de disponibilización de información.

La Presentación Promocional

De hecho, muchos vendedores, ejecutivos o emprendedores principiantes pueden llegar a cometer el error de ahogar al prospecto o auditorio en información, lo cual puede llegar a dar como resultado que la persona no compre, no porque no tenga la necesidad o porque no le guste el producto, sino porque está abrumado con tanta información. 

Estudios en los últimos 50 años han documentado con un alto nivel de certeza que, para que una persona tome una decisión de compra rápidamente, lo que necesita no son más opciones, sino opciones más específicas y que estas opciones estén diseñadas en torno a sus necesidades reales. Y, sobre todo, que esas opciones sean comunicadas con asertividad y practicidad.

Por otro lado, vendedores inexpertos (en cualquier industria) pueden llegar a caer en la confusión generalizada de que un pitch comercial tiene que ser una presentación basada en la empatía. Ahora, no quiero que se confunda lo que estoy diciendo. No estoy tratando de convencerte de que hagas tu pitch comercial parado en el egoísmo. No tiene nada que ver con eso. De hecho, la empatía es fundamental para poder tener buena comunicación y buenas relaciones comerciales. La pregunta es cuándo y en qué momento se debe usar la empatía.

Para clarificar esa pregunta, vamos a estudiar el trabajo de Matthew Dixon y Brent Adamson, quienes en su libro The Challenger Sale nos dan las conclusiones de un estudio en el que se analizaron los patrones de ventas de una base de datos importante, específicamente centrada en el análisis conductual y la forma de comunicar de los llamados Top Performers.

Los hallazgos de este estudio son interesantísimos. Los autores clasifican a los vendedores más comunes en cinco grandes grupos.

5 Tipos de Vendedores

El primer grupo es a quienes vamos a llamar el disciplinado. El disciplinado es aquel vendedor que le apuesta a los números. Sabe que si hace un 100 % de llamadas, va a tener probablemente un 15 % de respuestas positivas, y que de ese 15 %, quizás se cerrará un 5 % o un 10 % de las ventas. (Estos números son ejemplos; no se tomen bajo ninguna circunstancia como un parámetro real de cómo debería funcionar un embudo de ventas. Cada producto es diferente, cada marca tiene sus consideraciones, y cada equipo de ventas deberá tener sus propias proyecciones.)

Entonces, el disciplinado lo que hace es que ve la data pasada, y a partir de esos casos, saca sus propias conclusiones. Digamos que tiene un piso muy específico y sus expectativas también están, de cierta forma, limitadas a los resultados anteriores.

Al segundo grupo lo vamos a llamar el solucionador de problemas, que es aquella persona que tiene la creencia de que, para que le compren, primero tiene que solucionar todos los problemas del prospecto. Es una persona atenta, de escucha activa, y que es capaz de adelantarse a las necesidades del cliente. En ocasiones, el solucionador de problemas puede llegar a priorizar el tratar de solucionar el problema más que el mismo cierre de la venta, aunque en muchas ocasiones esa actitud de servicio le puede ayudar a crear relaciones significativas con sus prospectos, lo cual también es bueno.

Al tercer grupo lo vamos a llamar el grupo de los lobos solitarios. Todos hemos conocido a un vendedor que encaja en esa categoría. Es aquella persona que, por sus habilidades y su experiencia, tiene buenos resultados vendiendo, pero no le gusta trabajar en equipo, no le gusta seguir procesos y va a ser una piedra en el zapato darle seguimiento para que actualice la información en el CRM.

El lobo solitario tiene mucha autoconfianza y proyecta mucha credibilidad. Esa confianza y credibilidad son derivadas de los buenos resultados que ha tenido en el pasado, y se le ve como aquella persona que, aunque no siempre cumple los procesos, en general va a traer ventas. Ese es el lobo solitario.

Al cuarto grupo lo vamos a llamar el constructor de relaciones. Y este es el grupo de vendedores empáticos. En escucha activa sacan 10 de 10 de calificación. Son aquellas personas que pueden pasar mucho tiempo entendiendo la situación del cliente y haciéndole ver que se le entiende. En el fondo, para esa persona puede llegar a ser igual o más satisfactorio el haber construido una relación profunda con el prospecto, incluso si esa relación no dio como resultado que se cerrara la venta.

Me queda muy claro que el paradigma actual de las ventas se recarga mucho en el concepto de la empatía. Se tiene la idea de que un buen vendedor es un vendedor empático. Y aunque esto puede ser verdad desde cierto punto de vista, tenemos que abrir los ojos y ser conscientes de que un vendedor que prioriza la empatía no prioriza la venta. Porque no podemos cazar dos conejos al mismo tiempo: o estamos haciendo una cosa, o estamos haciendo la otra. O estamos construyendo relaciones, o estamos cerrando la venta.

Los resultados del estudio presentados en el libro The Challenger Sale respaldan este punto de vista. Según ese caso, el 25 % de los vendedores que pueden encajar en la categoría de Top Performers siguen el perfil de comportamiento del lobo solitario. El 17 % se apega al perfil de comportamiento del disciplinado, el 12 % se puede clasificar como solucionador de problemas, y solamente un reducido 7 % se puede identificar como constructor de relaciones.

Si extrapolamos estos datos, se puede decir con confianza que, del 100 % de los vendedores excelentes, solamente el 7 % lo van a conseguir a través de una conversación empática.

Si eso fuera verdad, podemos concluir que la empatía no siempre juega un papel crucial al momento de hacer un pitch comercial.

Debería haber algo más. ¿Qué será ese “algo más”?

El mismo estudio revela que hay un quinto tipo de vendedores, y el 39 % de los vendedores que son Top Performers encajan en esta clasificación. A este tipo de vendedor lo vamos a llamar el retador, o Challenger en inglés.

Entonces, ¿quién es el retador? El retador es ese vendedor que hace su pitch desde el punto de vista consultivo. Al inicio de la venta, va a hacer las preguntas indicadas y va a usar la empatía como una herramienta de investigación para ganar inteligencia e insight de mercado.

Pero luego, al momento de hacer el pitch, se va a quitar el sombrero de investigación y se va a poner el sombrero de la comunicación asertiva.

Como hemos visto en páginas anteriores, desde el punto de vista de nuestro cuadrante, la comunicación asertiva es lo opuesto a la comunicación empática.

Comunicación empática es comunicación centrada en la persona.

Comunicación asertiva es comunicación centrada en el mensaje.

Comunicación asertiva significa usar las palabras específicas para comunicar el mensaje de forma clara y precisa.

Y por eso se le llama retador al retador: porque es aquella persona que es capaz de proponerle al cliente una solución disruptiva, incluso cuando esa solución es diferente a lo que la persona estaba esperando.

Un constructor de relaciones (al que se le atribuye solamente el 7 % de probabilidad de ser Top Performer, según la muestra analizada) va a liderar con la empatía, pero tiene menos probabilidades de cerrar la venta.

Mientras que un retador va a liderar con la asertividad y tiene muchas más posibilidades de convertirse en un Top Performer, según este estudio.

Eso a mí me parece interesante, y también me parece contracultural, porque: Vivimos en tiempos en los que queremos ser tan amables, tan educados y tan políticamente correctos, que creemos que la empatía es la llave para todo. Pero hablando de liderazgo, la empatía no siempre es la solución.

 

Déjame compartirte una historia personal: el fin de semana pasado, visitamos familiares para hacer una carne asada. Nos reunimos todos alrededor del asador y yo me puse a cocinar para los invitados.

Entre los invitados estaban mis suegros, mi mamá, amigos de la familia y otros invitados. Y también estaban, obviamente mi esposa y mis hijas.

Mi hija, la más grande (que está a punto de cumplir cuatro años) tenía hambre y se estaba desesperando porque la carne se estaba tardando en salir del asador.

Y entonces algo pasó: mi mamá le pidió que se tranquilizara, y mi hija respondió con un desplante grosero, de esos típicos de niños de su edad.

Le llamé la atención y le dije que estaba castigada y que se fuera a su cuarto. La niña no me obedeció, así que la conversación subió de tono.

Ella me respondió en tono desafiante: “No”. Así que yo dejé lo que estaba haciendo en el asador, la llevé al cuarto, en donde le llamé la atención más energéticamente, y le recordé la importancia de no ser grosera con nadie. Y se quedó castigada.

Al regresar, una amiga de mi suegra (que estaba presente) me aplaudió simbólicamente, reconociendo que había sido firme en la educación de mi hija.

Hablamos brevemente sobre cómo, en las nuevas generaciones, parece casi como si fuera un pecado o un crimen llamarle la atención a los niños o castigarlos, porque parecería como si la educación de los hijos tuviera que ser 100 % empática.

La amiga de mis suegros es una mujer de cierta edad, que ya es abuela, y ha visto cómo ha evolucionado la educación a los pequeños con el paso de las décadas.

Esta anécdota nos llevó a reflexionar sobre la importancia del liderazgo, y de que, aunque en la educación con niños (así como en cualquier tipo de comunicación con las personas) nunca hay que ser grosero ni violento, pero sí hay que aprender a ser firme cuando se necesita.

Porque la comunicación empática no siempre es la clave.

Hay veces que se necesita algo más.

Ese "algo más" es lo que entiende el vendedor retador.

Y ese "algo más" es, justamente, comunicación asertiva.

Errores Comunes

Uno de los errores más comunes que se llegan a ver en pitchs comerciales (tanto de productos como servicios, de forma presencial, por teléfono, por correo electrónico o vía WhatsApp) es el error de, por tener la idea de que hay que ser muy empático con la otra persona, lleguemos a perder asertividad.

Recordemos que si estamos en una posición en la que tenemos que hacer un pitch comercial, es porque, de entrada, la persona ha reconocido que tiene un dolor o una necesidad y está abierta a la posibilidad de que nuestra solución podría aportarle algo positivo rumbo a la solución de ese problema que está experimentando.

Y entonces tenemos que preguntarnos: ¿qué es lo que requerimos de las personas que nos lideran en la vida?

Porque tú, como vendedor, eso es lo que estás haciendo: estás liderando a tu prospecto en un proceso de toma de decisiones para seleccionar la mejor alternativa para solucionar su problema. Entonces tú, como vendedor, estás liderando. Y nosotros, como consumidores, tenemos que preguntarnos qué esperamos de los líderes de los que nos rodeamos.

Vayamos a la definición de liderazgo: liderar es mover a una persona de un lugar a otro.

Hay ciertos atributos que facilitan mucho la concepción de liderazgo, incluyendo seguridad, inteligencia y experiencia, pero sin duda alguna, una de las habilidades que más nos contribuye para convertirnos en mejores líderes es la habilidad de la certeza, la convicción, o la capacidad de crear certidumbre en los demás.

Liderazgo aplicado en ventas significa que yo tengo que tener la capacidad de hacer que la persona se sienta con certidumbre de que está tomando la mejor decisión que podría estar tomando en ese momento.

Eso no lo voy a conseguir a menos que lo haga con un lenguaje mucho más asertivo.

Como he dicho, eso no significa que no haya lugar para la empatía en el proceso comercial. Pero la empatía va antes: cuando saludamos, cuando preguntamos, cuando estamos investigando.

Pero cuando ha llegado el momento de hacer el pitch comercial, tiene que hacerse desde un lugar de muchísima certeza y utilizando el lenguaje más asertivo que te sea posible.

 

Muy de la mano de esta idea, te voy a platicar cuál es uno de los retos más importantes que yo he visto capacitando grupos de vendedores.

En Leaderlix, somos especialistas en comunicación de impacto, y muchas veces nos contratan para entrenar a agentes comerciales, vendedores consultivos o consultores que tienen que posicionar productos o servicios en la mente de la gente en diferentes etapas del embudo. De forma transversal, uno de los problemas más frecuentes que veo surge cuando el vendedor no se cree lo que está vendiendo.

Esto pasa por múltiples motivos, incluyendo la calidad del producto, retos de desabastecimiento, rezago en el camino de la innovación tecnológica, y muchos, muchos otros motivos que puede tener un vendedor para no estar 100 % seguro de los atributos de su producto.

El error ocurre cuando ese vendedor recibe una objeción… y el vendedor mismo —aunque no lo pueda aceptar— está de acuerdo con esa objeción.

Es aquí donde empieza el error más común y el problema más importante después de hacer un pitch comercial.

El Coco-Wash

El "Coco-Wash"

Déjame ponerte un ejemplo. Imagina que tú eres vendedor y que estás tratando de posicionar en la mente de un grupo de tomadores de decisiones. Digamos que estás tratando de posicionar en la mente de un grupo de médicos dermatólogos, una nueva solución para cierto tipo de inflamación en la piel que genera tanto problemas estéticos como problemas futuros de salud.

Y entonces, como estás en la industria, tú sabes más o menos cuáles son las características y atributos no solamente de tu producto, sino también de los productos de la competencia. Y te enteras de que recientemente la competencia ha desarrollado una innovación científica que le ha permitido generar un mejor producto a un menor precio.

Si tú eres vendedor y te encuentras en esa situación, muy pronto tus prospectos van a empezar a presentarte esa objeción.

Y aquí, tú como vendedor, tienes dos opciones.

La primera opción es escuchar la objeción y empatizar con el cliente, lo cual irremediablemente te va a llevar a darle la razón, porque el cliente te está hablando con la verdad.

La segunda opción nos la ofrece la forma de pensar del lenguaje asertivo.

Esto es: en vez de concentrarme en ese problema que el cliente me está trayendo (y que probablemente sea un problema verdadero), y antes de preguntarme si yo empatizo o no con ese cliente, tengo que desarrollar la facilidad de creer en el producto que estoy vendiendo.

Te puedo decir con mucha confianza que, de los miles de vendedores que hemos capacitado, los que se vuelven excelentes vendedores lo hacen porque desarrollan maestría en el siguiente patrón de comportamiento:

Igual que todos los días en la mañana te levantas y te cepillas los dientes, de la misma forma todos los días en la mañana te tienes que levantar y tienes que hacerte el coco-wash de que el producto o servicio que estás vendiendo es la mejor alternativa para el mercado al que va dirigido.

Esto no quiere decir engañarte o mentirle a los demás. Más bien, tiene que ver con aprender a preguntarte:

¿Desde qué ángulo y desde qué punto de vista el producto que yo comercializo es mejor que los productos o servicios de mi competencia?

 

Muchos de los retos a nivel comercial se originan en la forma en cómo vendedores, gerentes comerciales (inclusive directores de ventas) ven los esfuerzos de marketing.

Un vendedor ve los esfuerzos de marketing muy a menudo como desinformados, insuficientes y no basados en la realidad.

Lo que los vendedores tienen que hacer para mejorar sus resultados es que, antes de ser tan rápidos juzgando los esfuerzos de marketing, tienen que entender por qué la compañía está invirtiendo en empujar un producto o servicio determinado frente a un mercado determinado.

El vendedor promedio pensará que la decisión estratégica que se tomó en marketing (de usar ese mensaje para ese mercado) es una decisión incorrecta.

El Top Performer podrá conectar los puntos y entender cuál es el motivo, a nivel de inteligencia de mercado, para tomar la decisión de empujar ese producto o servicio con ese mensaje en ese mercado.



Lo que esto quiere decir es que un mal vendedor abusa de la empatía y se pone en los zapatos del cliente cuando el cliente no puede o no quiere tomar la decisión de compra.

Cuando pasa eso, los resultados comerciales se mantienen estables… o inclusive pueden llegar a decrecer.

Lo que esto también quiere decir es que un buen vendedor sabe en dónde dejar de lado momentaneamente la empatía con el cliente para poder ponerse en un papel de liderazgo, que —con comunicación asertiva— le permita liderar cerrando la venta.

Si te queda duda de este punto de vista quiero que te imagines yendo al gym para fortalecer tu cuerpo o bajar de peso. Y puedes escoger a dos coaches: el empático de tu situación actual, los motivos por los cuáles has subido de peso y tus hábitos, o el asertivo, que aunque puede entenderte, se ve a sí mismo como facilitador de un resultado: el de ayudarte a alcanzar tu objetivo de mejorar tu condición.

¿Con cuál de los dos irías? ¿Cuál de los dos tiene más posibilidades de darte resultados?

 

Buenas prácticas

Hay que ser muy cuidadosos al recordar que el pitch comercial no es la única parte de la venta.

De hecho, un vendedor consultivo que sea mucho más completo y que tenga más herramientas sabrá moverse a lo largo y ancho de los cuatro cuadrantes.

Un buen vendedor sabrá cuándo empatizar y cuándo no empatizar, cuándo inspirar y cuándo liderar, cuándo hablar del producto y cuándo hablar de los problemas del prospecto.

Sobre todo, un buen vendedor será dueño de sus propias emociones y tendrá la capacidad de no engancharse en una conversación comercial.

Déjame compartirte una historia.

Recientemente trabajé con un grupo de Top Performers en una institución financiera, y en algún momento hablamos sobre la importancia de no engancharse emocionalmente cuando una persona del otro lado del teléfono está siendo irrazonable o grosera.

Para mí fue interesante presentarles esta idea y escuchar, y darme cuenta, cómo muchos de ellos inclusive tomaban orgullo al hablar de lo difícil que era para ellos no engancharse.

Inclusive para los mejores vendedores, es un motivo de orgullo el saber defenderse de un prospecto cuando consideran que es necesario.

Pero lo que distingue a los buenos vendedores de los vendedores excelentes y confiables es que son dueños de sus emociones en todo momento. 

Hay industrias que hacen esto con mayor o menor regularidad o confianza. Por ejemplo, en el sector turístico-hotelero, el mismo perfil de las personas que entran a trabajar en esas empresas hace que no se enganchen con tanta facilidad, como en otras industrias, como pueden ser telecomunicaciones, instituciones financieras y otras.

En fin, el punto aquí no es definir a quién le cuesta más o menos trabajo, sino que sin importar la industria, sin importar el producto y sin importar la experiencia, los mejores vendedores se hacen responsables de sus emociones y se hacen dueños de la forma en cómo se comunican con los demás.

¿Por dónde empezar?

Puedes basarte en este script como un primer paso, y adaptarlo a tus necesidades personales.

Bibliografía

Dixon, M., & Adamson, B. (2011). The challenger sale: Taking control of the customer conversation. Portfolio.

Lee más
Cómo Impartir una Presentación Ejecutiva con Impacto y Liderazgo

Cualquier persona que se desenvuelva a cualquier nivel en un entorno corporativo o laboral, de cualquier forma, se ha enfrentado en algún punto de su carrera, o si no pronto se enfrentará a la necesidad de impartir una presentación ejecutiva.

Sin embargo, aunque impartir presentaciones ejecutivas es una tarea de todos los días para mucha gente, la mayor parte de las presentaciones ejecutivas que se imparten resultan ser poco efectivas o por lo menos aburridas para la audiencia.

Mucha gente se equivoca porque siente que cuando se le asigna la responsabilidad de impartir una presentación ejecutiva, su trabajo es la de transmitir la información bien y a tiempo y aunque eso puede ser verdad desde cierto punto de vista otra cosa tomar en consideración es que cada presentación puede ser una audición de liderazgo.

Y cualquier persona que aspire a crecer profesionalmente, ya sea en el entorno corporativo, como emprendedor como independiente, o como colaborador en una organización, puede acceder a los beneficios de impartir presentaciones ejecutivas con impacto.

La Presentación Ejecutiva

Una presentación ejecutiva suele ser breve, y normalmente toma entre 5 y 30 minutos. En ese tiempo, tú tienes que transmitir de forma muy específica los datos que necesitan conocer tus jefes, tus reportes, tus compañeros de trabajo, así como otros stakeholders que puedan requerir esta información.

Cuando pensamos en presentaciones ejecutivas, a veces las imaginamos como algo muy laborioso de preparar, y que (al momento de impartirlas) nos puede poner nerviosos. ¿Por qué? Porque estamos presentando hechos, estamos presentando números. Y aunque entre los números siempre hay espacio para interpretaciones y actualizaciones, también es verdad que los números hablan por sí mismos.

Tratar de hablar por encima de los números es un error. Es como si tú y yo fuéramos a un concierto de Roger Waters, y antes del concierto se presentara una banda desconocida y mala. Y después de una hora de escuchar a esa banda, por fin, saliera Roger Waters al escenario para cantar Shine On You Crazy Diamond… pero la banda de apertura siguiera tocando de fondo.

Roger Waters¿Cómo sería esa experiencia para ti?

Pues eso mismo experimentan tus jefes, tus reportes, tus colaboradores y tus stakeholders cuando están tratando de entender la historia que cuentan los datos, y tú les pones encima una historia diferente.

La presentación ejecutiva es aquella en la que tenemos que ser muy cuidadosos con los recursos con los que contamos, muy atentos al tiempo, y muy económicos con la atención que le pedimos a nuestro auditorio.

En la mayor parte de los casos, suele ser un error tratar de ser demasiado empático o demasiado persuasivo en una presentación ejecutiva. Hay otros espacios para eso. Pero en el momento en que estás impartiendo una presentación ejecutiva, tienes que asegurarte de cumplir dos cosas fundamentales:

  • Número uno: disponibilizar la información necesaria.
  • Número dos: ser asertivo con el mensaje que estás tratando de comunicar.

Porque en la intersección entre una comunicación asertiva y la disponibilización de información, es ahí donde se encuentra una buena presentación ejecutiva.

Errores comunes en Presentaciones Ejecutivas

Yo creo que, sin lugar a duda, uno de los errores más comunes que con mayor frecuencia vemos en Leaderlix cometer a ejecutivos, supervisores, middle management e incluso en la Dirección, es no ser conscientes del tiempo. Por ejemplo, si tenías 15 minutos para presentar, llegan los 15 minutos… y tú apenas estás haciendo la introducción.

O a lo mejor no te vas tan lejos como eso, pero sí puede llegar a pasar que, al final de tu presentación, te sientas con prisa porque estás viendo el reloj y sabes que te falta el 30% de tus diapositivas. Y eso te pone nervioso, y la gente en tu auditorio siente ese nerviosismo.

A mí me parece que el motivo por el cual el tiempo se nos va de las manos cuando tenemos que hacer una presentación importante es porque, al momento de prepararla, a veces nos ponemos nerviosos, y podemos llegar a sentir que lo que vamos a presentar no son buenos resultados… o que sí son buenos, pero no son suficientes frente a las expectativas de quienes nos van a escuchar… o incluso que son suficientes frente a las expectativas de los demás, pero no frente a las tuyas propias, de tu trabajo o del trabajo de tu equipo.

A veces este miedo está fundamentado, pero en muchas otras ocasiones no es un miedo consciente, ni racional. Es decir: no sabemos que tenemos ese miedo hasta después de la presentación.

Algo que me pasaba a mí, cuando recién empezaba a hacer presentaciones ejecutivas, era que me empezaba a poner nervioso, pero, por algún motivo, racionalmente no quería aceptar que me sentía nervioso por la presentación que tenía en puerta.

Entonces lo que me pasaba era que mi cuerpo empezaba a somatizar ese nerviosismo, y lo hacía de forma distinta en cada ocasión. A veces se manifestaba como gastritis o dolor de garganta, que sufría días antes. Otras veces me dolía la cabeza. Incluso llegué a sufrir migrañas uno o dos días antes de una presentación ejecutiva.

De hecho, hubo un día que yo estaba tan nervioso por un evento en el que tenía que presentar, que terminé en el hospital con fiebre altísima y una sintomatología extraña que los doctores no lograban comprender del todo.

En la mayoría de los casos, esos cuadros sintomáticos (aparentemente no relacionados) desaparecían inmediatamente después de impartir la presentación.

No fue sino hasta muchos años después que empecé a conectar los puntos. Me di cuenta de que, aunque conscientemente yo no me sentía nervioso, mi cuerpo estaba canalizando ese nerviosismo y lo convertía en malestar y enfermedad.

Hoy, en algunos casos muy específicos, todavía me puede llegar a pasar algo parecido. Pero ya no con esa magnitud, porque ahora soy consciente de que cuando tengo que impartir una presentación ejecutiva, puedo ponerme nervioso.

Lo que hago es que he aprendido a controlar ese nerviosismo antes de la presentación. El primer paso, al menos para mí, es reconocer el nerviosismo antes de que empiece la presentación.

Ahora, el punto aquí es el siguiente: a veces ese nerviosismo no solo se canaliza como enfermedad o malestar físico, sino que también lo racionalizamos. Y cuando eso pasa, podemos caer en el error de "sobrepreparar" la presentación.

Esto significa incluir más información de la necesaria o, en otros casos, poner demasiado enfoque en un aspecto que no era tan importante, solo porque tú te sientes especialmente fuerte en ese tema y, en contraste, te sientes débil en otros. Entonces le das más peso a eso en lo que te sientes seguro, aunque no sea lo más relevante para tu presentación.

Esta es una trampa muy común que nos pone el ego y el miedo que sentimos antes de presentar. Tenemos que ser muy conscientes de lo que está ocurriendo, porque si no lo somos, podemos encontrarnos con que, a diez minutos, una hora o un día de la presentación, nos damos cuenta de que, aunque está llena de diapositivas, no le hemos dedicado tiempo ni espacio a lo que el auditorio realmente necesita escuchar. Y eso es, en el fondo, una falta de asertividad.

 

Ser asertivo también significa identificar qué es lo que tu audiencia realmente quiere y necesita escuchar.

Y esto no significa que tu presentación deba convertirse en una sesión de preguntas y respuestas, o que debas hablar únicamente de lo que los demás esperan oír. También es perfectamente válido que tú, como experto o especialista en un proceso, pongas sobre la mesa información que los demás no tenían contemplada.

Cuando ese es el caso, no solo tienes el permiso, sino también la obligación de hacerlo.

Pero ser asertivo significa hacerlo de una forma en la que esa información nueva responda a las inquietudes y necesidades reales de tu audiencia.

Recientemente, una de mis exalumnas, con la cual estuve haciendo una serie de sesiones de coaching uno a uno, tuvo que presentar en una convención anual. Toda la compañía iba a estar presente y, en muchos sentidos, era el evento más importante para la empresa. Ella tenía una participación muy importante en un panel clave.

A lo largo de varias sesiones, nos reunimos para curar y aterrizar la información de forma asertiva y asegurarnos de que estuviera disponible toda la información necesaria. Cuando llegó el momento de darle a esta información diseño, yo le aconsejé que fuera ella misma quien le diera una revisión a su presentación. A lo cual ella me respondió: "No puedo hacerlo porque yo no soy diseñadora".

Esto es algo con lo que yo puedo empatizar perfectamente, porque yo mismo no soy diseñador gráfico y me ha tocado ver, en eventos nacionales o internacionales, diapositivas tan fina y profesionalmente diseñadas que impactan por su belleza y estética. Así que puedo empatizar perfectamente bien cuando alguien, como mi alumna en ese caso (pero a lo mejor también te ha pasado a ti, y a cualquier persona le puede llegar a pasar) no siente que tiene las habilidades de diseño para darle los acabados finales a una presentación, cuando muchas cosas dependen de esa presentación.

Así que mi exalumna fue y contrató a un diseñador gráfico para que le diseñara sus diapositivas. Lo que pasó es que el diseñador se tardó un poquito más del tiempo previsto. De hecho, mi exalumna ya se estaba poniendo un poquito nerviosa, porque el día del evento se acercaba y el diseñador no le estaba entregando los avances en tiempo y forma como habían acordado.

Pero bueno, el caso es que una tarde antes del evento, el diseñador cumplió con su palabra y entregó un set de diapositivas hermosísimo, perfectamente bien diseñado y que cumplía con los más altos estándares estéticos de mi exalumna. Así que ella estaba feliz, por decir lo menos.

Llegó el día del evento. Mi exalumna se acercó al house, que es donde estaba todo el equipo preparando los materiales y manejando los archivos que se estaban transmitiendo en las pantallas del evento. Llegó con su archivo en USB y le dijo a la persona responsable: "Estas son mis diapositivas".

Cargaron las diapositivas. Cuando llegó el momento de la participación de mi exalumna, se proyectaron sus diapositivas y ella, con el control en la mano, empezó a dar clic para empezar a pasar las transiciones de la información y así poder contar la historia como ella y yo la habíamos preparado.

 

Pero muy pronto se dio cuenta de que las cosas no iban a salir como ella lo tenía previsto, porque de inmediato notó que las diapositivas, aunque estaban perfectamente bien diseñadas, el diseñador no había contemplado las transiciones que ella le había pedido que incluyera.

Es decir, una diapositiva que tenía, por ejemplo, cuatro bloques de información (en donde primero tenía que mostrarse uno, después de un clic el segundo, después de un clic el tercero y después de un clic el cuarto) mostraba los cuatro al mismo tiempo.

Lo cual, en principio, no debería ser tan grave. Pero cuando tú has preparado tu presentación con transiciones y resulta que, a la mera hora, no vas a poder usar esas transiciones y 3,500 personas están viéndote, no hay forma de que no te pongas nervioso.

Lo mismo le pasó a ella. Y aunque finalmente logró impartir una presentación de impacto y cumplir con creces el objetivo de su presentación, fue algo que la hizo pasar un muy mal rato. Y es algo que nos puede pasar a todos nosotros.

Es por eso que yo no soy amigo de la idea de subcontratar a otra persona para que te ayude a diseñar tus diapositivas. A mí me parece una mejor idea que tú le dediques el tiempo necesario a preparar el aspecto final de tus diapositivas.

Y si esto implica que el 99% de la población que no somos diseñadores profesionales tengamos diapositivas que no tengan ni el acabado perfecto, o que no tengan el margen impecable, o que la tipografía no sea la mejor que se pudo haber seleccionado, por lo menos te vas a sentir tú en control de tus propias diapositivas, y vas a poder contar la historia de modo mucho más fluido.

Entonces, para mí, en verdad, uno de los errores más importantes es no dedicarle el tiempo a la parte visual o al formato de tus presentaciones. La mayor parte de la gente no lo hace porque se siente intimidada frente a las herramientas de PowerPoint o Google Slides.

Pero yo creo que es algo que, si tienes la oportunidad de aprender, es bueno que vayas practicando. Y te repito: no me refiero a que tu presentación sea una presentación del premio mundial de diseño gráfico. El trabajo de una diapositiva no es ser una obra de arte. Es ser clara y ayudarte a transmitir una idea.

De hecho, para muchas presentaciones (incluyendo la presentación inspiraciónal y la presentación promocional) yo soy fan de que, cuando no sea indispensable usar diapositivas, no uses diapositivas. 

El plumón

Uno de mis recursos favoritos de toda la vida para impartir presentaciones es el plumón y el rotafolio. Es posible que me hayas escuchado hablar de esto, porque lo digo con mucha frecuencia. Pero siempre que voy a dar una presentación, yo procuro que el organizador del evento o que la persona responsable de la empresa frente a la cual voy a presentar me faciliten un rotafolio de hojas de papel bond. Y yo llevo mis propios plumones, porque uso plumones especiales.

No uso los típicos plumones que se consiguen en cualquier papelería. El tipo de plumones que yo uso son los plumones gruesos, que permiten a la gente ver, inclusive si está a gran distancia. No solo eso, sino que dan un gran impacto. Y cuando alguien tiene que pasar al frente para dibujar algo, se siente el poder de ese plumón grueso. Y eso es mucho más efectivo.

Ese tipo de recursos, aunque no siempre son necesarios, en el caso de presentaciones ejecutivas, a veces sí puede llegar a ser de utilidad. El mensaje que estoy tratando de comunicarte es que: Tus diapositivas no tienen que ser diapositivas de premio de arte. Tampoco tienes que tener 300 diapositivas. Mientras menos diapositivas, es mejor. Y mientras más minimalistas sean tus diapositivas, también es mejor.

 

Eso no quiere decir que vayas a dejar fuera información importante obviamente. Pero hay veces hay personas que le dedican mucho tiempo a "adornar" sus diapositivas. Con adornar me refiero a ponerle colores adicionales, ponerle animaciones que no suman, poner transiciones de esas que son muy vistosas y el texto, en vez de simplemente aparecer, como que viene de un huracán y aterriza en la presentación. Ese tipo de cosas no suman y distraen.

Entonces, en diseño, menos es más. Hay veces que pasa que las personas que, como yo, no somos diseñadores profesionales, llegamos a caer en el error de pensar que una diapositiva, si está muy vacía, está fea. No necesariamente es así. De hecho (como ya he dicho, y no solamente lo digo yo, sino que lo han dicho personas de la categoría de Steve Jobs, por ejemplo) en diseño, menos es más.

 

Otro de los errores que con más frecuencia hemos trabajado con clientes en Leaderlix, escuando en una presentaciones no podemos controlar el ir y venir a diferentes lugares sin tener una narrativa clara, o como se le llama en literatura, un leit motiv

El leit motiv es ese hilo conductor que te lleva en una presentación de principio a fin. Muchas presentaciones ejecutivas carecen de esta estructura, y debido a eso la presentación parece como un revoltijo de ideas que no tiene un principio claro ni un final claro, o sea, que no tiene una historia. 

El problema de las presentaciones de este tipo, que presentan este error común, es que muchas veces el presentador no se da cuenta de que está cometiendo ese error, pero ¿qué crees? Todas las demás personas sí se dan cuenta, y aunque según tú estás siendo claro y coherente, para las demás personas estás divagando y yendo de un lugar a otro. Ese es el reto y ese es el motivo más importante por el cual es un error común el ir y venir sin un rumbo fijo, porque muchas veces ni siquiera nosotros nos damos cuenta al momento de preparar una presentación.

¿Cómo darnos cuenta, entonces, si nuestra presentación está siendo confusa y no tiene una narrativa clara? Pues lo podemos apreciar muy fácilmente con la respuesta del auditorio. 

Respuesta del auditorio

Si nosotros vemos que el grupo frente al cual estamos presentando, de un momento a otro, empieza a distraerse, empieza a checar el teléfono cada vez de forma más cínica, o empiezan a revisar sus correos electrónicos, o a conversar entre ellos, o se les ve en la mirada que se están aburriendo y que les está dando sueño, ese es uno de los principales signos de que tu presentación quizás no esté bien estructurada y no tenga una coherencia de modo de tener principio y final.

Otro de los errores que con más frecuencia he visto en exalumnos que imparten presentaciones ejecutivas es caer en uno de los dos extremos: o poner demasiada información al grado del exceso, o poner poca información por miedo a sacar ciertos temas. Ambas cosas pasan, y es muy importante ser conscientes de la importancia de encontrar la justa medida entre demasiada información y poca información.

 

La mejor forma de hacer eso, en mi opinión, será tener claro cuál es tu objetivo personal al impartir una presentación ejecutiva. Esta noción puede ser un poquito rara para algunas personas, puesto que en la mayor parte de los casos, cuando yo estoy impartiendo una presentación ejecutiva, la estoy impartiendo no porque yo quiera impartirla o porque yo tenga un objetivo, sino que la estoy impartiendo porque alguien más me ha pedido que la imparta (mi jefe, en la mayor parte de las ocasiones) o puede ser cualquier otra persona. 

El caso es que una presentación ejecutiva muchas veces aparece como un reporte, una respuesta reactiva a las necesidades de otra persona. Pero esto es algo que no tiene que ser así. Porque si tú te detienes un momento antes de preparar tus datos y te preguntas: ¿Cuál es mi intención de hacer esta presentación? 

Es decir, más allá del objetivo de las otras personas,

¿cuál es mi intención de comunicar este mensaje?

¿cuál es el cambio que yo quiero crear?

¿cuál es el cambio de conducta asociado a ese cambio en resultados?

¿y cuál es el objetivo de aprendizaje o información relacionado a ese cambio de conducta?

Si eres capaz de responder estas preguntas rápidamente, felicidades y enhorabuena, porque eso significa que tienes la vena de liderazgo más desarrollada que muchas personas.

 

Si tú tienes que impartir una presentación ejecutiva y lo único que haces es poner los datos que las demás personas necesitan escuchar, lo que estás haciendo es presentar desde un punto de vista reactivo, es decir, reaccionando a las necesidades de otra persona o a las necesidades de la organización.

Y no es que esto sea malo per se, pero si tú tienes aspiraciones de liderazgo o una visión de liderazgo, es insuficiente. Porque cualquier presentación ejecutiva puede ser una oportunidad de crear cambio en tu organización.

"Cualquier presentación es una audición de liderazgo".

Lo que esta frase significa es que nosotros, como auditorio, siempre estamos audicionando a las demás personas. 

Esto quiere decir que siempre estamos en búsqueda de personas para integrar a nuestro círculo. Estamos buscando socios potenciales, estamos buscando aliados potenciales, estamos buscando empleados potenciales. Todo eso lo estamos buscando todo el tiempo, y esto es verdad para el 100 % de las personas frente a las cuales tú vas a impartir una presentación.

Lo que eso quiere decir es que todas y cada una de las personas que están sentadas en esa sala de juntas (o del otro lado de la ciudad, cada quien conectado en Zoom), cada una de estas personas está buscando liderazgo en ti.

¿Y cómo se ve ese liderazgo? Se ve cuando tú no solamente impartes tu presentación ejecutiva porque los demás te han pedido que la presentes o porque se te exige por tu puesto, sino porque tú tienes un propósito y una intención para hacer esa presentación.

La pregunta que tienes que hacerte es: ¿cuál es mi intención de impartir esa presentación según mis planes personales, según mi agenda, según mi visión de cambio y según lo que yo quiero para mi tribu? ¿Qué es lo que me gustaría que pasara como consecuencia de esta presentación?

Si tú tienes que impartir una presentación ejecutiva y crees que el único objetivo es transmitir la información que se te ha pedido transmitir, lamento decirte que te estás quedando corto y que estás desaprovechando las que probablemente sean enormes posibilidades de crecimiento personal para ti. Y no sólo para ti: para tu equipo, para tu proyecto, para tu visión, para tu forma de hacer las cosas y también para tu familia.

Es difícil crear una presentación siguiendo los objetivos de otra persona, y ese es el motivo por el cual a veces caemos en poner información de más o información de menos, porque no nos hemos apropiado de la presentación. Y el motivo por el cual no nos hemos apropiado de esa presentación es porque no hemos pensado cuál es el objetivo que tenemos para impartir esa presentación. Esa decisión es una decisión de liderazgo, y tú puedes tomarla en cualquier momento.

 

Así que estos son algunos de los errores que con más frecuencia veo cuando estamos trabajando en Leaderlix con profesionales de todos los niveles, mientras les ayudamos a preparar sus presentaciones ejecutivas. 

No estoy diciendo que esta lista sea exhaustiva. Seguramente tú también has visto otros errores, y claro que me gustaría que me los compartieras. Encontraremos el espacio para hacerlo, pero mientras tanto lo que yo te pido es: trata de ser consciente de esos errores y dales solución. Porque tu siguiente presentación puede ser tu presentación más importante. Nunca sabes en dónde va a estar en un año la persona frente a la cual tú estás presentando, y si tú has hecho una fuerte impresión, es algo que con toda seguridad te ayudará en tu propio crecimiento profesional.

Aunque no lo creas, desarrollar maestría en el arte de hacer presentaciones ejecutivas no solamente es algo que te va a evitar dolores de cabeza, crisis de estrés y retroalimentación de parte de las personas con quienes trabajas, porque de hecho, convertirte en un maestro de las presentaciones ejecutivas puede ser una de las autopistas menos usadas para acelerar el crecimiento de tu carrera y tu desarrollo profesional. Hacerte bueno para hacer presentaciones ejecutivas, para algunas personas, puede ser una de esas habilidades que deseablemente podría desarrollar. 

Algunos piensan: un día voy a leer un libro al respecto o tomar un curso en la materia, pero en la vorágine de tareas de todos los días, ese día nunca llega.

Pero luego hay otro pequeño porcentaje de las personas que verdaderamente saben que es prioritario y que ponen su enfoque y atención en desarrollar buenas prácticas para sus presentaciones ejecutivas.

Es por eso que el día de hoy voy a compartir contigo una breve lista de buenas prácticas que, si tú pones a prueba y llevas al mundo de las acciones, y lo haces de forma disciplinada, yo te garantizo que vas a ver un aumento significativo en la calidad de tu conversación, en el impacto de tu comunicación y en el reconocimiento de las personas a tu alrededor.

La primera buena práctica es la de asegurarte de mejorar tu comunicación asertiva. Como ya hemos visto, comunicación asertiva no es lo mismo que comunicación empática. Comunicación asertiva es la habilidad y el hábito de tener a la mano las palabras específicas para decir con puntualidad lo que tienes que decir.

Es verdad que hay personas que tienen diferentes habilidades. Hay personas que son buenas para los deportes, buenas para manejar, buenas para la moda y buenas para hacer reír a los demás. 

De igual forma, es verdad que hay personas que son más hábiles que otras en términos de comunicación asertiva, pero eso no significa de ninguna forma que la comunicación asertiva no sea algo que tú no puedas desarrollar. De hecho, la comunicación asertiva es algo en lo que cualquier persona se puede hacer mejor, siempre y cuando se cumplan con dos cosas:

  • Primero, tienes que tener una técnica de comunicación asertiva.
  • Segundo, tienes que poner en práctica esa técnica.

Aunque mi propósito hoy no es el de ahondar en la técnica de la comunicación asertiva, sí quiero compartir contigo algunos consejos prácticos que, si tú incorporas, te pondrán en el camino correcto para mejorar tu comunicación asertiva.

Primer consejo: hazte disciplinado en el hábito de la lectura.

Yo creo que si salimos tú y yo a la calle y le preguntamos a un grupo de extraños que nos encontremos pasando por ahí si tienen el hábito de leer, nueve de cada diez personas van a decir que sí. 

También tengo la hipótesis de que, si fuéramos a las casas y oficinas de esas nueve personas, nueve de cada diez veces no los encontraríamos leyendo. Por alguna razón, parece motivo de orgullo decir que tenemos el hábito de la lectura. 

Si le preguntas a alguien si prefiere leer el libro o ver la película, el 80 % de la gente te va a decir que prefiere leer el libro. Al mismo tiempo, yo creo que el 99 % de la gente va a ver la película antes de leer el libro.

En nuestro imaginario colectivo tenemos la idea de que una persona inteligente es una persona que lee, y nadie quiere que se le clasifique como una persona no inteligente. Por eso, todo el mundo dice que lee, pero la realidad es que, en mi experiencia, la mayor parte de la gente no lee como dice que lee.

Esto es por múltiples motivos. El primer motivo es que leer libros, específicamente libros de no ficción, puede llegar a ser difícil. También puede llegar a ser desmotivante, inclusive puede llegar a ser aburrido, y eso es la realidad.

Por qué es difícil leer

Vivimos en un entorno tan tecnológico y tan lleno de impulsos, que nuestra capacidad de poner atención en el largo plazo, en verdad, se ha debilitado. Es más estimulante ver un capítulo de Netflix, un video en YouTube o un TikTok que sentarte a leer un libro.

No sólo eso, sino que leer es una actividad realmente demandante. Es muy difícil leer mientras haces otra cosa al mismo tiempo. Por ejemplo: no puedes leer mientras manejas, no puedes leer mientras trabajas y muy difícilmente puedes leer mientras vas al gimnasio o sales a correr con tu familia.

Por todos estos motivos, aunque en México es un país que compra libros, muchas veces esos libros se quedan en las estanterías. O leemos uno o dos capítulos en el aeropuerto… y no lo volvemos a abrir.

Sin embargo, leer es importante. Ya sabemos que muchas de las personas que reconocemos como grandes empresarios, emprendedores o líderes de opinión leen libros como parte de su hábito personal. 

Yo creo que es un hecho casi incuestionable que existe una correlación persistente entre las personas que leen libros y las personas que tienen éxito en la vida, y en gran parte esa correlación es debido a que leer te da las habilidades de comunicación asertiva que te van a acelerar en tu camino al éxito.

Es por eso que es importante. Ahora, yo reconozco que, en el estilo de vida actual que casi todos nosotros tenemos, es difícil sentarte e invertir una o dos horas al día solamente para leer un libro. Es por eso que hay alternativas a las que tú puedes acudir.

La más común es escuchar audiolibros. No está mal escuchar audiolibros, no hay vergüenza en escuchar un audiolibro en vez de leerlo. Yo mismo te puedo decir con confianza que los últimos 100 libros que he consumido, quizás 75 los he consumido en formato de audiolibro, y la verdad es que está bien. 

Es verdad que no interiorizas la información de la misma forma cuando escuchas un audiolibro que cuando lo lees, porque cuando lo lees tienes la oportunidad de subrayar, tomar notas y capturar la información de otras formas. Escuchar el audio de un libro es un poco más limitante. Yo, por ejemplo, utilizo Audible, que es la aplicación de Amazon para escuchar audiolibros, y la verdad es que tomar notas, poner marcadores y gestionar la información que leo no es fácil, es difícil, y es por eso que, cuando yo escucho un audiolibro, procuro escucharlo una y otra y otra, y otra vez. 

Para mí, escuchar audiolibros se ha vuelto parte de mi rutina: cuando estoy manejando en el coche porque voy a llevar a mis hijas a la escuela, o cuando estoy en el gimnasio, sobre todo cuando estoy en aviones. Una de mis actividades predilectas es la de escuchar audiolibros, y no los escucho solamente una vez, sino que los escucho varias veces, y yo te recomiendo hacer lo mismo.

Ahora, que si quieres volarte la barda y verdaderamente sacarle provecho a tu lectura, puedes comprar un libro en formato físico o digital, y también comprar la versión en audiolibro, que muchas veces son muy parecidas o iguales, sobre todo los libros que son más recientes.

Te voy a decir cómo es mi hábito de lectura: hay un libro que me interesa mucho y que sé que lo voy a tener como un libro de consulta, y que quiero tenerlo como parte de mi biblioteca personal e inclusive heredarlo, lo compro, y lo compro físicamente. De hecho, lo compro con pasta dura, porque los libros con pasta dura, aunque son un poco más caros, soportan mejor la prueba del tiempo.

Siempre que es posible, me gusta comprar los libros en el idioma original, que muchas veces es inglés. Yo no aprendí inglés en la escuela ni en casa. Aprendí a partir de que tenía unos 20 o 22 años, y eso es porque me obligué a leer libros en inglés. En vez de comprar libros en español los compraba en inglés.

 

En la actualidad también compro libros en español cuando el idioma original es español, y en casi ninguna ocasión compro libros que no hayan sido originalmente escritos en español o en inglés. Yo sé que seguramente debe haber libros en francés, alemán o chino que sean muy interesantes, pero lamentablemente no los tengo a la mano, no los conozco, no sé quiénes son los autores japoneses, tailandeses o brasileños que hablan de los temas que me interesan. Si en el futuro los conozco, sin duda alguna compraría sus libros, aunque como no hablo francés, japonés ni cantonés, seguramente compraría la traducción al español.

Entonces, cuando compro un libro que sé que me va a interesar, porque confío en el autor, porque me gusta mucho el tema o por cualquier otro motivo, lo compro en físico, y lo compro siempre que es posible en pasta dura.

Pero esa versión del libro rara vez la toco, porque la mayor parte de las veces también compro ese mismo libro en un formato electrónico. Mi esposa me regaló en mi cumpleaños, hace unos cinco o seis años, un lector de libros electrónicos marca Kindle. Me encanta ese lector de libros electrónicos, porque cuando lo toco tiene una textura muy agradable, que hace que el acto de leer sea más placentero para mí.

¿Y los libros electrónicos?

Siempre que me es posible, me llevo mi lector de libros electrónicos a mis viajes de trabajo o personales, y es ahí donde le saco más provecho. Una de las cosas buenas de estos lectores de libros electrónicos es que tienen muy buen rendimiento de batería: los cargas por un par de horas y te duran por lo menos dos, tres o cuatro días.

Como tienen esa tecnología de “papel electrónico”, consumen muy poca batería. No es como un iPad o una computadora; a esos aparatos les dura la batería muchísimo. Por eso son una muy buena forma de leer libros.

Otra cosa interesante es que, en un libro electrónico, tú puedes hacer notas prácticamente como si fuera un libro físico: simplemente seleccionas el texto y se te abre un teclado electrónico, lo cual te va a permitir tomar notas con relativa facilidad.

Es verdad que la experiencia de leer un libro electrónico no es la misma que la de leer un libro físico, pero si lo piensas, cuando sales de viaje puedes llevar tu lector de libros electrónicos con toda tu biblioteca, mientras que, si lo hicieras con libros físicos, solamente puedes llevar algunos libros.

Entonces: compro el libro en pasta dura, también compro el libro en formato electrónico, siempre que está disponible, y finalmente lo descargo a través de mi membresía de Audible, a través de la cual tengo cierto número de créditos, y por una cantidad súper razonable, puedo descargar el mismo libro.

Y entonces lo que hago es que leo como puedo, cuando puedo. Si estoy en el avión, puede ser que saque mi lector de libros electrónicos y, al mismo tiempo, mi teléfono y mis audífonos para leer mientras escucho el mismo libro. Si estoy en el gimnasio, seguramente tendré a la mano mi teléfono y puede ser que ese día elija escuchar un podcast o un capítulo de un libro que estoy leyendo. A lo mejor una noche estoy acompañando a mis hijas mientras se quedan dormidas, y entonces puede ser que saque mi lector de libros electrónicos y que avance con el libro que estoy leyendo.

Para mí, uno de los retos más importantes que enfrentan las personas es que se desmotivan fácilmente cuando compran un libro. El motivo es que compran ese libro, leen los primeros dos capítulos y se dan cuenta de que no es lo que esperaban. Eso nos hace sentir decepcionados y desmotivados, por lo tanto, cierran el libro y lo abandonan. Déjame compartirte cómo he aprendido a lidiar con esa emoción para poder leer más.

Lo que yo hago es que casi todos los libros que compro los veo como si fueran libros de consulta. Yo no siento la carga de leer un libro de inicio a final, más bien asocio los libros que he comprado con momentos de mi vida, estados de ánimo o retos persistentes.

Entonces, lo que hago es que cuando tengo un momento para leer, no tomo el último libro que compré necesariamente, sino que tomo el libro más apropiado a lo que esté pasando en mi vida en ese momento, y eso es algo que me ayuda a mantener con más disciplina mi hábito de la lectura.

A lo que definitivamente yo no te recomiendo hacer es comprar sumarios de libros o conformarte con lo que te dice ChatGPT, porque esos sumarios, en la mayor parte de las veces, habrán destacado lo que es importante para una persona o para una máquina, pero lo que es importante de un libro es diferente para cada persona. Así que no te recomiendo para nada comprar sumarios de libros. Más bien, te recomiendo encontrar tu propia forma de aprovechar la lectura.

Hacerlo te ayudará con toda seguridad a seguir desarrollando tu comunicación asertiva.

Segundo consejo: Escribe

Quiero que imagines por un momento que estás tratando de convertirte en un tenista profesional. Así que te pones a ver videos, comprar cursos, inclusive contratar un coach. Pero nunca practicas. ¿Qué resultado crees que tendrías? Evidentemente, la práctica es clave para el desarrollo de cualquier habilidad, y aunque no siempre tenemos la posibilidad de practicar nuestra asertividad a través de conversaciones específicas, siempre podemos hacerlo a través de la escritura.

A mí personalmente siempre me ha gustado escribir, y aunque sé que no todo mundo tiene la misma afición, hacerlo es algo que indudablemente puede ayudarte a mejorar tu comunicación asertiva.

 

Tercer consejo: Busca el debate y pon a prueba tus ideas

El tercer consejo es mi favorito. Busca espacios para debatir y pide a los demás que pongan a prueba tus ideas. Para mí, la mente humana es como si volteáramos al cielo y viéramos burbujas de jabón gigantes que vuelan entre sí. Las ideas están allá arriba, como burbujas, pero conforme van aterrizando en la tierra, una a una van reventando. Esto es porque casi nunca las ideas que tenemos soportan la prueba de lo material, la prueba del mundo real.

Seguramente te ha pasado que tienes una idea que en tu mente funciona perfectamente, pero luego, a la hora de ponerla en práctica, algo pasa o algo cambia que no funciona como te lo habías imaginado. Es por eso que una de las mejores formas para poner a prueba tus ideas es debatiéndolas con otras personas.

Nomás que hay un problema: vivimos en una sociedad a la que no le gusta el conflicto. Pasa igual que con la lectura. Muchas veces, las personas te van a decir que están de acuerdo con el conflicto, siempre y cuando sea positivo. La realidad es diferente. La mayor parte de las personas no disfrutan el conflicto, de hecho, le temen y lo evitan. Creen que les gusta el conflicto, pero la mayor parte de la gente más bien le huye y lo ve como algo malo.

El conflicto, sin embargo, cuando se ve desde un punto de vista positivo y constructivo, puede ser uno de tus aliados más importantes para desarrollar tu comunicación asertiva. Porque solamente a través del conflicto tú vas a conseguir poner tus ideas a prueba.

Solamente a través de este conflicto positivo, o a través del debate, vas a ponerte en una situación de presión en la que tengas que encontrar las palabras más específicas para defender tus argumentos.

Uno de mis pasatiempos favoritos es ver debates. No me importa tanto el tema como el debate como tal. Siempre que tengo un ratito libre, o cuando tengo 15 o 30 minutos entre reuniones, o cuando estoy en la fila del banco, una de mis formas predilectas para matar el tiempo es viendo videos de debates.

Por ejemplo, me encanta ver videos de debates en donde hay personas a favor y en contra de temas polémicos, como es el caso del aborto, los programas sociales o las relaciones sexuales antes del matrimonio. Claro que tengo mis puntos de vista sobre estos temas polémicos, pero ese no es el motivo por el cual veo estos debates.

El motivo por el cual soy fanático y sigo a los debatidores profesionales (sin importar su inclinación política o ideológica) es porque encuentro gran satisfacción en ver las estrategias que usan para defender sus argumentos, inclusive en las condiciones más adversas.

Es una subcultura, la del debate. Aunque no lo creas, hay personas que se dedican profesionalmente a eso y que viven de eso. Hay torneos de debate, no solamente académicos, sino que después de la escuela también hay personas que siguen participando en estos torneos de debate.

Muchas veces, las personas que hacen debate profesionalmente lo hacen sobre un tema de interés para ellos. A mí, lo que más me apasiona es aprender estrategias y técnicas de debate que sean aplicables para cualquier tipo de tema.

Yo, personalmente, he encontrado muchísimo aprendizaje escuchando debates y analizando los argumentos de los mismos.

Sobre todo, considero que aprender estas técnicas me ha permitido volverme mucho más específico en mi uso del lenguaje. Una de las primeras reglas del debate competitivo es afinar los términos o la semántica sobre la cual se va a debatir. Semántica significa "significado", y algo que entienden muy bien los debatidores profesionales es que cada palabra tiene un trabajo muy específico que ninguna otra le puede quitar. Conocer y aprender a detectar esas diferencias de significados te va a ayudar a mejorar dramáticamente tus habilidades de escucha activa y de comunicación asertiva.

 

Más Buenas Prácticas

Otra buena práctica es conocer la información que vas a presentar al derecho y al revés. Muchas personas pensarían que esto es obvio, pero la mayor parte de la gente no entiende realmente lo que significa conocer y entender la información.

Muchas veces, las personas que imparten presentaciones ejecutivas lo que hacen es que buscan gráficas de otras presentaciones, o que les arroja el sistema, y las copian y las pegan. Y después de eso, lo que hacen es que van y leen esas gráficas o esas tablas enfrente de un grupo de personas. Esa es una excelente forma de comunicarle a tu auditorio que no estás en control de la información.

Muchas personas ven tablas y gráficas como elementos inamovibles que no podemos mover o modificar. La realidad es que todas las tablas y todas las gráficas tienen un origen, tienen una fuente, de donde vienen los datos. Hay dos tipos de personas en la vida: las que hacen copy-paste, y las que se van a la referencia, investigan más al respecto, entienden los pormenores y el origen de esa información, y entonces pueden presentarla con mucha mayor claridad y conocimiento.

Copiar y pegar tablas y gráficas te va a sacar del paso, te van a poner doble palomita y todo el mundo va a decir que hiciste el trabajo. Pero antes de hacerlo, entender el origen de esa data es algo que te va a poner en una posición de control y poder frente a las demás personas, y eso es algo que los demás van a notar.

Por eso es que entender el origen de la información que estás presentando es importante para poder comunicar con liderazgo.

Otra buena práctica que puedes llevar a cabo al momento de hacer una presentación ejecutiva es: si te hacen una pregunta y no conoces la respuesta, en vez de inventar o cantinflear, reconoce que no conoces la respuesta. No está mal no tener toda la información a la mano de inmediato. Lo que está mal es la forma en que muchas personas manejan esta situación.

Hay gente que siente que se espera de ellos que sean omniscientes y omnipresentes, y que tengan todas las respuestas a la mano. Esto es imposible para todos: desde el especialista que va más a profundidad en un tema hasta el director general con más tenure, todos estamos expuestos a que se nos hagan preguntas y no conocer las respuestas. La mejor forma de manejar esa situación es, primero, reconociendo que no se tiene la respuesta, y luego haciendo un compromiso y, posteriormente, cumpliendo ese compromiso de buscar la respuesta y comunicarla a la persona que le interesa.

 

Finalmente, una de las buenas prácticas que yo más recomiendo la tomamos prestada de la estrategia general de escucha activa, que es la de refrasear las dudas antes de responderlas.

La mayor parte de la gente ve las preguntas como ataques personales, como si les estuvieran lanzando una pelota de béisbol a toda velocidad, y lo que quieren hacer es batear esa pelota lo más lejos posible para que no vuelva jamás. 

Esa no es una buena forma de ejercer escucha activa. Tampoco es una buena forma de dar buenas presentaciones ejecutivas. Un buen presentador maneja las preguntas de la siguiente forma: primero, se pregunta si ha entendido a la perfección la duda de la otra persona.

Si la respuesta es no, tú puedes, en tu papel como presentador, hacer preguntas a las personas que te están presentando sus dudas hasta el punto de tener perfectamente claro qué es lo que la otra persona necesita saber. Y finalmente, cuando tienes claridad absoluta sobre cuál es la duda de la persona, tienes que refrasearla. A mí me gusta decir:

Lo que estoy entendiendo de lo que me estás preguntando es XYZ, ¿te entendí bien o me fui para otro lado?

Yo he encontrado esta técnica de escucha activa particularmente útil al momento de hacer presentaciones ejecutivas y promocionales, y te animo con toda confianza a usarla y adaptarla a tu estilo personal de comunicación, puesto que hacerlo te permitirá no solamente proyectar más confianza, sino tener más información sobre cómo está aterrizando tu presentación en la mente de tu auditorio.

 

Esta lista de buenas prácticas no es final ni mucho menos exhaustiva. Son simplemente las que me vienen a la mente como más frecuentes, y este es el resultado de más de una década ayudando a clientes y alumnos a preparar mejores presentaciones ejecutivas. Seguramente tú también tienes buenas prácticas. Yo te propongo sumar tus experiencias positivas a estas nuevas experiencias positivas, para que así puedas hacer tu propio catálogo de buenas prácticas y que tus presentaciones ejecutivas sean cada día mejores.



Voy a darte un consejo que para algunos puede ser políticamente incorrecto. Este consejo se lo doy a algunas de las personas con quienes he trabajado, específicamente ayudándolos a preparar presentaciones ejecutivas que sea de gran importancia. Ese tipo de presentaciones pueden llegar a incluir eventos de Kickoff, encuentros regionales, Townhalls o simplemente reuniones con sus jefes.

El motivo por el cual no se lo doy a toda la gente es porque yo estoy muy consciente de que hay muchas personas que todavía no están con la mentalidad correcta para asimilar ese consejo, y para muchas personas puede llegar a parecer un riesgo innecesario o simplemente algo completamente fuera de lugar.

Luego hay un pequeño porcentaje de las personas que imparten presentaciones ejecutivas que reciben ese consejo muy naturalmente. No es casualidad que estas personas crezcan más rápidamente en la escalera corporativa, porque eso es lo que requiere el liderazgo: pensamiento inusual y fuera de la caja.

También hay posibilidades de que este consejo que te voy a dar tú ya lo estés implementando en este momento. En ese caso, muchas felicidades por la iniciativa. Y si por algún motivo no es así, te invito a leer este consejo con apertura mental, porque si encuentras la forma de hacerlo, es algo que puede mejorar mucho la imagen que otras personas tienen de ti, lo cual irremediablemente dará como resultado que personas que antes no confiaban, ahora confíen más en ti, o que personas que no te veían con potencial de liderazgo, a partir de que lo empieces a implementar, te vean con mucho más potencial de liderazgo.

Y este consejo es el de cerrar tus presentaciones ejecutivas con un llamado a la acción.

El motivo por el cual es un consejo diferente o contraintuitivo es porque la mayor parte de las personas ven las presentaciones ejecutivas como un momento de rendición de cuentas y presentación de resultados.

Se preguntan: ¿por qué, si soy yo el que está reportando resultados, estaría en posición de hacer un llamado a la acción a mis jefes, accionistas o a mis homólogos en otras áreas? La respuesta es muy sencilla: Liderazgo no es liderazgo de puesto. Y para tener liderazgo de puesto, primero hay que tener una mentalidad de liderazgo.

Se dice fácil, pero llevarlo a la acción a veces puede conllevar un elemento de riesgo. Pero ya sabes lo que dicen: todas las cosas buenas están del otro lado del miedo.

Hacer un llamado a la acción frente a tus jefes o a las personas a las que les reportas resultados puede parecer como algo fuera de lugar, pero hacerlo te va a posicionar como una persona con liderazgo natural.

Para hacer un llamado a la acción a personas que organizacionalmente están arriba de ti, o a tu mismo nivel, el primer paso es que clasifiques en tu mente qué es lo que tú necesitas que aquellas personas hagan en mejora de la organización.

Que quede muy claro: el llamado a la acción no es un llamado a que hagan lo que tú quieres o lo que tú necesitas para ti o para tus intereses particulares. Hacer un llamado a la acción desde el liderazgo es primero pensar en qué dirección debería ir la organización, ser muy cuidadoso y observador, apreciar lo que ya se está haciendo en esa materia y encontrar un hueco, una oportunidad de proactividad. Y es ahí donde encaja el llamado a la acción.

Como te decía, en el pasado he dado ese consejo a algunas personas que creo que tienen el potencial para hacerlo. La mitad de ellos me tira al loco y nunca lo pone en práctica. Otros lo han intentado y se han arriesgado, y muchos de ellos han vuelto conmigo para agradecerme porque hacer el cambio les ha dado buenos resultados. Yo creo que hacer un llamado a la acción en presentaciones ejecutivas, inclusive frente a personas que organizacionalmente están por encima de ti, es un riesgo aceptable y que, si intentas, te pueden sorprender los resultados.




Impartir una presentación ejecutiva y hacerlo con impacto requiere de ti dos cosas: primero, requiere que tengas un nivel alto de awareness de lo que está pasando en la organización.

Tienes que entender los números y los resultados que estás presentando a un nivel superior que las personas frente a las cuales estás presentando; de lo contrario, tu presentación es obvia e irrelevante.

Tienes que aprender a ir más allá de lo que los números muestran en la superficialidad, entender la historia, ver lo que hay detrás, conectar los puntos y aprender a identificar patrones y tendencias que podrían no ser tan evidentes para las personas en tu auditorio.

También requiere de ti que hagas tu comunicación con mucha asertividad. Lo que eso significa es aprender a encontrar las palabras específicas para transmitir los significados puntuales que necesitas que aterricen en la mente de la gente. Esto es algo que toma tiempo, como hemos visto en estas páginas, porque cultivar el vocabulario es algo que toma tiempo. Pero también hay un mecanismo que tú puedes utilizar para encontrar palabras más específicas y articular mensajes con más precisión: y este es ayudarte de los motores de inteligencia artificial.

Como hemos visto anteriormente, la inteligencia artificial no te va a dar nada que no sea status quo, pero sí te puede dar acceso a enormes bibliotecas del conocimiento humano.

Ten mucho cuidado con la información confidencial y, desde la precaución, sube tu presentación a tu motor de inteligencia artificial de preferencia. Pídele que conecte los puntos por ti, pídele que te ayude a identificar áreas de oportunidad que tú no habías identificado. Lee con atención cómo se presentan esas oportunidades, y hacerlo te permitirá recordar palabras que te pueden ayudar a comunicar con mayor asertividad.

 

Más temprano este año, tuve una serie de sesiones de coaching con un gerente comercial que tenía que impartir presentaciones ejecutivas frente a la dirección de la unidad de negocio de su empresa.

Estando en la llamada, hicimos este ejercicio: tomamos la información en bruto, la subimos al motor de inteligencia artificial de la compañía en la que trabajaba este exalumno mío, y le pedimos que nos ayudara a identificar áreas de oportunidad de crecimiento en el negocio.

Esto fue a principios de 2025, cuando todavía muchas compañías no tenían plenamente incorporados sistemas de inteligencia artificial como parte de su proceso de análisis de datos. Entonces lo hicimos y encontramos cuatro o cinco ángulos que, honestamente, a los dos se nos habían pasado. Así que hacer ese tipo de análisis es algo que ya está a tu disposición, al alcance de un clic.

Impartir presentaciones ejecutivas, puede ser una de dos cosas: puede ser motivo de estrés y preocupación para muchos, pero para quienes aprenden a usar su comunicación asertiva y se atreven a estar en control de la información, pueden ser poderosas oportunidades de crecimiento. 

Saltos cuánticos se han dado de una semana a otra solamente por una presentación ejecutiva. Si tienes que impartir presentaciones ejecutivas cada mes, cada trimestre o cada semestre, no veas estas presentaciones como motivos de preocupación, velas como oportunidades de crecimiento hacerlo así te va a permitir vivir ese reto con ojos renovados, Esperanza, sentido de aventura y como una verdadera oportunidad de liderazgo.

¿Por dónde comenzar?

Todas las presentaciones ejecutivas son diferentes, pero aquí te comparto un script que puedas usar para basarte en él y adaptarlo.

 

Lee más
Los 4 tipos de Presentaciones Según tu Contexto

Aprender a ser amables y a seguir los protocolos de comunicación, según el contexto en el que nos encontramos, es clave en cualquier entorno y en cualquier ejercicio de comunicación, sin importar si estás teniendo una conversación con una persona o una presentación con muchos o si estás comunicando a través de medios digitales, en cualquier caso es crítico que tú conozcas, comprendas y uses los códigos de comunicación protocolaria correspondientes a cada contexto. Digamos que esto es un no negociable.

Pero entre comunicación, asertiva y comunicación empática, no siempre vamos a querer la misma cantidad, no siempre vamos a querer la balanza en el centro, se puede decir que siempre queremos que haya un poco de ambas, pero hay ciertas presentaciones que van a ser fundamentalmente empática en donde la asertividad pierde protagonismo al mismo tiempo, vamos a tener algunas presentaciones que van a ser predominantemente asertiva, con menos espacio para la empatía.

Entonces al combinar las Dos Funciones de la Educación con estas Dos Habilidades que son Comunicación Empática y Comunicación Asertiva. Vamos a poder ver que en general hay cuatro grandes grupos a los que pueden encajar todas las presentaciones que vamos a impartir en público

4 Presentaciones

4 Tipos de Presentación

Requiero que pongas mucha atención a esta gráfica, porque si crees que, de las habilidades que hemos mencionado, algunas son buenas y otras son malas, estás muy equivocado.

Estas 4 tipos de presentaciones son críticas e indispensables para poder hacer una planificación estratégica del mensaje, y entender la diferencia entre ellas es lo único que nos va a permitir ser verdaderamente efectivos y realmente impactar con nuestros mensajes.

La próxima vez que tengas que impartir una presentación en público, es indispensable que recuerdes que no todas las presentaciones son iguales, porque no todos los públicos son iguales y no todos los objetivos de dar una presentación en público son los mismos.

Cada presentación es diferente. Y el diagrama que vamos a desarrollar a continuación nos va a permitir crear presentaciones más relevantes.

¿Y qué significa eso? Significa presentaciones que vengan como anillo al dedo a la situación. Si tú aprendes a usar esta herramienta, olvídate para siempre de no hacer un buen papel enfrente de los demás por no estar suficientemente bien preparado para impartir una presentación.

Porque, de hecho, si tú aprendes a usar la herramienta que te estoy explicando en este momento, vas a tener el poder de prácticamente prever el futuro y saber lo que va a pasar como resultado de tu presentación.

Si entiendes este concepto y te aseguras de llevar tus aprendizajes al terreno de la acción, tienes mi palabra de que, la próxima vez que se te llame para impartir una presentación, vas a poder hacer una presentación mucho más enfocada, que no solo cumpla con los propósitos de educación que tengas, sino que también te sirva para crear un cambio positivo y verdadero en tu auditorio.

Lee más
La Trifecta de la Comunicación Efectiva

En el mundo existen personas con un perfil de comunicación más cargado hacia la extroversión y personas con un perfil más cargado a la introversión. Es normal, es parte del plan, no es indispensable hacer una persona extrovertida para hacer un comunicador ni para mandar un mensaje con impacto, pero lo que sí es muy importante es entender la forma en como estas dos funciones de la educación juegan un papel en nuestra comunicación efectiva.

Yo creo que ya está muy claro que poner la información a disposición de las personas no es suficiente para comunicar, mucho menos para liderar, influir en ellas o persuadirlas a tomar acción. Para que tu comunicación sea efectiva y verdaderamente transformadora, no basta con poner información a disposición: también tiene que haber un elemento de persuasión.

De igual forma, y con esto en mente, vamos a analizar otro punto de vista que también es clave: la forma en que nos comunicamos. Se habla mucho de comunicación asertiva y también de comunicación empática, pero ¿qué es realmente la asertividad? ¿Y qué es verdaderamente la empatía?

Vamos a entender entonces que la comunicación efectiva para que sea verdaderamente efectiva, tiene que cumplir con tres pilares clave:

La Trifecta de la Comunicación Efectiva

Comunicación Protocolaria

Amabilidad, eso es lo que se entiende muy bien, es muy fácil de comprender, tiene que ver con conocer los códigos culturalmente aceptados para la comunicación y apegarnos a esos códigos.

Si yo viajo a un país en donde es requerido hacer una reverencia, cuando conoces a una persona mayor amabilidad, significa hacerlo. Si yo vengo de un país en donde ese tipo de cosas se hacen, pero no es requerido amabilidad también significa no hacerlo.

Amabilidad tiene que ver con entender el protocolo de comunicación y es en cierto sentido la más fácil de hacer porque estas reglas normalmente son reglas que están muy claras, inclusive que están escritas y que fácilmente se puede saber si una persona las está siguiendo o no las está siguiendo.

Comunicación Asertiva

Empatía y asertividad. Son dos cosas diferentes, porque no hay reglas claramente establecidas para lo que es empatía y lo que es asertividad y por eso hay personas que pueden llegar a confundirse con su significado.

Lo primero que tenemos que entender es que asertividad y empatía no son lo mismo. Parecen conceptos similares, pero en realidad no lo son. Y no solo no lo son, sino que, desde cierto punto de vista, se puede decir que son conceptos opuestos.

Comunicación Asertiva y Empática

Para simplificar, vamos a decir que la comunicación asertiva es comunicación centrada en el mensaje, mientras que la comunicación empática es comunicación centrada en el receptor.

La palabra asertividad nos habla de precisión. Nos remite a tener un vocabulario suficientemente amplio y, a la vez, específico, como para poder decir la palabra exacta en el momento exacto.

Tener asertividad y tener amplitud de vocabulario son dos cosas que van muy de la mano. Es difícil ser asertivo cuando no se cuenta con los recursos lexicográficos necesarios para comunicar puntualidades muy particulares.

Tener un vocabulario amplio es como tener una cocina con todos los ingredientes necesarios para hacer cualquier tipo de receta. Yo puedo saber cocinar bien, pero si tengo pocos ingredientes, la lista de platillos que te puedo ofrecer si un día te invito a cenar es más limitada que si tuviera más ingredientes disponibles.

Vocabulario

De la misma forma, el argumento que yo te pueda presentar será más rico si cuento con más recursos para expresarte ideas y matizarlas con colores, texturas y profundidad. El vocabulario nos permite dar relieve y escorzo a nuestra comunicación. El vocabulario es, en conclusión, la materia prima de la comunicación asertiva.

Pero el vocabulario no es lo único necesario para que mi comunicación sea asertiva. Porque para que mi comunicación sea verdaderamente asertiva, necesito las palabras, sí, pero además necesito tener acceso rápido y oportuno a esas palabras, lo cual es otra forma de decir que requiero agilidad mental.

La comunicación asertiva es lo que pueden lograr, con mucha más libertad y habilidad, aquellas personas que tienen, por una parte, un vocabulario más amplio y, por otra, la agilidad para acceder a ese vocabulario en el momento indicado.

Estas dos cosas se pueden construir de formas diferentes, pero una de las más fáciles —y que todos tenemos a la mano— es cultivando el hábito de la lectura. Leer nos da vocabulario. Leer ejercita nuestra mente. Leer nos permite convertirnos en atletas intelectuales que, aunque no estemos compitiendo para ganar el título de gran maestro en ajedrez, todos podríamos beneficiarnos de tener más velocidad y más flexibilidad intelectual. Y el resultado de esa agilidad es: comunicación asertiva.

Comunicación Empática

Cosa muy diferente pasa con la comunicación empática. Para ser empático, no necesitas tener mucho vocabulario. Ni siquiera necesitas tener mucha inteligencia. Lo único que necesitas para ser empático es que te importe la persona con la que estás hablando.

La empatía, en el 100% de los casos, es intento de empatía. Lo que eso significa es que nunca somos empáticos a la perfección, y por lo tanto siempre tenemos la posibilidad de ser más empáticos.

La empatía se confunde con la amabilidad, pero no es lo mismo. No tiene nada que ver. Una persona puede ser muy amable sin ser nada empática. De la misma forma, una persona puede ser empática sin ser amable. Claro que es conveniente ser no solo empático sino también amable, pero no es lo mismo. Son cosas diferentes.

La amabilidad tiene que ver con los modales, con ser educado, con seguir el protocolo formal de comunicación según los códigos culturales del entorno en que te muevas. Y eso cambia de un lugar a otro. No es lo mismo cómo se ve una persona educada en China, que en Londres, que en México. La amabilidad es algo que cambia porque es contextual, es diferente en cada sociedad.

Amabilidad

La empatía no. La empatía es universal. La empatía es eterna. La empatía ha existido siempre. De hecho, la empatía es mucho más animal de lo que nos gusta aceptar.

Empatía es la habilidad de ponernos en los zapatos de otra persona. O por lo menos de intentarlo. Pero ¿cómo podría yo ponerme en los zapatos de alguien más si no estoy en su situación? No se puede. Por más que lo intente, no lo voy a lograr del todo. Pero en el intentar está justamente la empatía. Empatizar es intentar empatizar.

La empatía no requiere tantas habilidades intelectuales como la asertividad, pero sí requiere otro tipo de habilidades. Dos, en específico:

  • La habilidad de intuir. Intuir no es otra cosa que aprender a conectar los puntos y encontrar patrones para tratar de adelantarse a lo que va a pasar. Es decir, si yo te observo con atención, voy a recibir información. Y si conecto los puntos de esa información, eso me va a permitir hacer suposiciones informadas y sacar conclusiones que, aunque sean anticipadas, si practico la empatía, esas conclusiones pueden acercarse cada vez más a la realidad. Eso es intuición.
  • La imaginación. ¿Cómo podría yo ponerme en los zapatos de alguien más si no me imagino lo que se siente estar en su lugar? Por eso, a las personas que han suprimido voluntariamente su capacidad de hacer suposiciones informadas —por miedo a estereotipar— les cuesta trabajo empatizar. Y por eso también, a las personas que no se han preocupado por cultivar su imaginación, les cuesta trabajo empatizar.

Entonces, estos tres conceptos (comunicación asertiva, comunicación protocolaria o amabilidad y comunicación empática) no son lo mismo. Y entender la diferencia entre ambos es clave para poder hacer una planificación estratégica de mi comunicación y así desplegar prácticas mucho más efectivas para conseguir mis propios objetivos al hablar en público.

Lee más
Recursos Científicamente Probados para que Aplaudan en tus Presentaciones

No presentamos para recibir aplausos, pero cuando ocurren, significan algo. Cuando una persona o un grupo aplaude, está expresando acuerdo, emoción o reconocimiento. Es una reacción que cuadno es espontánea puede ser una señal de que lograste cosas, incluyendo: conección con tu audiencia.

Es por eso que el día de hoy exploraremos las conclusiones de un estudio que analizando el fenómeno del aplauso puede ayudarnos a crear estrategias para conectar con la audiencia al hablar en público.

El estudio
IBM Almaden Research Center
Cada vez que un orador se para frente a una audiencia, enfrenta el desafío de captar su atención, generar conexión y provocar una respuesta emocional. En el mundo de las presentaciones, los aplausos, además de ser un gesto de cortesía, dependiendo de su intensidad y de otros factores puede indicar que tu mensaje ha resonado con la audiencia.

Pero ¿qué es lo que realmente provoca ese momento en el que la gente decide aplaudir?

En 2017, un grupo de investigadores del IBM Almaden Research Center se propuso responder esta pregunta a través de un estudio sin precedentes.

El objetivo del estudio era analizar, de manera científica y basada en datos, qué elementos dentro de un discurso aumentan la probabilidad de generar aplausos.TED Talks
Para lograrlo, el equipo recopiló y examinó 2,135 charlas TED realizadas entre 2006 y 2016. Estas charlas fueron elegidas por ser discursos cuidadosamente estructurados, diseñados para inspirar, persuadir y movilizar a una audiencia global.

A partir de las transcripciones oficiales de estas charlas, los investigadores identificaron y marcaron cada momento en el que la audiencia aplaudía.

No todos los aplausos son iguales.

Para asegurar que el estudio capturara solo las respuestas genuinas del público, eliminaron los aplausos que ocurrían al final de las presentaciones, ya que estos suelen ser una muestra de respeto y no necesariamente una reacción provocada por un elemento retórico específico.

Se quedaron con 904 charlas y 3,178 momentos de aplauso espontáneo, los cuales serían analizados en profundidad.

El siguiente paso fue determinar qué características del discurso estaban presentes en esos momentos de aplauso. Para hacerlo, aplicaron técnicas avanzadas de procesamiento de lenguaje natural e inteligencia artificial, junto con un método estadístico llamado regresión penalizada con Lasso. Este análisis permitió filtrar y aislar los patrones lingüísticos que tenían un impacto real en la audiencia.
Aplausos
Los resultados fueron interesantes. El estudio identificó 24 dispositivos retóricos que aumentaban significativamente la probabilidad de recibir aplausos.

Algunos de estos dispositivos eran esperados, como el uso de expresiones de gratitud o nombres propios para generar cercanía. Sin embargo, otros hallazgos fueron más sorprendentes, como el hecho de que ciertas palabras cortas, estructuras rítmicas y expresiones en tiempo presente también influían en la respuesta del público.

Por eso hoy analizaremos qué elementos del lenguaje ayudan a generar más aplausos y cuáles es mejor evitar.

La comunicación efectiva no es solo un arte, también es una ciencia. Y en estas páginas, vamos a explorar los principios que la respaldan.

Esto es lo que debes evitar

No solo se trata de qué decir, sino también de qué no decir. Así como ciertas palabras y estructuras pueden generar conexión y provocar aplausos, otras pueden apagar el interés de la audiencia. Hay expresiones que pueden generar distancia, ideas que pueden frenar el ritmo de la presentación y palabras que, en lugar de reforzar el mensaje, podrían debilitarlo

A continuación, te presentamos los recursos que, según la investigación, reducen la probabilidad de que tu audiencia reaccione con entusiasmo. 

Evitarlos no solo hará que tu mensaje sea más claro y persuasivo, sino que también aumentará la posibilidad de que tus ideas realmente impacten.

Referencias al pasado

  • Antes hacíamos las cosas de otra manera, pero ahora todo cambió.
  • Hace años, las empresas no tenían esta tecnología.
  • En el pasado, esta enfermedad no tenía tratamiento.

Expresiones de inhibición

  • Sé que hay muchas barreras para el cambio, pero debemos intentarlo.
  • Entendemos que la implementación puede ser un problema.
  • Existen limitaciones en los estudios actuales sobre este tratamiento.

Palabras con carga de enojo

  • Es frustrante ver cómo algunos procesos no avanzan.
  • Es inaceptable que sigamos usando soluciones obsoletas.
  • Es preocupante que muchos médicos ignoren estos datos.

Uso excesivo de preguntas retóricas

  • ¿Por qué seguimos repitiendo los mismos errores?
  • ¿Cuánto tiempo más van a perder con herramientas ineficientes?
  • ¿No creen que ya es hora de cambiar la forma en que tratamos esto?

Solicitar aplausos explícitamente

  • Denle un aplauso a nuestro equipo.
  • Un aplauso para nuestros patrocinadores.
  • Vamos, esto merece un gran aplauso.

Uso de palabras de difíciles de comprender

  • Debemos llevar a cabo una evaluación clínica y epidemiológica exhaustiva antes de proceder con cualquier intervención.
  • Si determinamos que esta estrategia terapéutica no presenta una relación riesgo-beneficio favorable o no cumple con los criterios de eficacia y seguridad, exploraremos alternativas basadas en la mejor evidencia disponible.
  • Es fundamental realizar un análisis integral de los datos clínicos, fisiopatológicos y terapéuticos antes de emitir una decisión que impacte el manejo del paciente.

Uso de fillers o muletillas (sabes, verdad)

  • Bueno, este, eh… la idea principal es mejorar la eficiencia.
  • You know, lo que queremos decir es que esto es importante.
  • I mean, la solución podría ser implementar este nuevo modelo.

Uso de palabras de audición o percepción

  • Como pueden ver, esta propuesta es la mejor opción.
  • Si escuchan atentamente, notarán la diferencia.
  • Como pueden darse cuenta, esta tecnología es superior.

Pausas largas que rompan la narrativa

  • Creo que… deberíamos considerar otra opción.
  • Si observamos… los datos, notamos una diferencia.
  • Esto nos lleva a… la conclusión de que debemos actuar.

Lo que Debes Hacer para Conectar y Generar Aplausos

Si bien hay elementos del lenguaje que pueden hacer que tu presentación pierda impacto, también hay recursos que generan cercanía, refuerzan tu autoridad y hacen que la audiencia sienta que tu mensaje es relevante. 

La investigación demostró que ciertos dispositivos retóricos aumentan significativamente la probabilidad de recibir aplausos. Usarlos estratégicamente en tu discurso te ayudará a captar la atención, provocar emoción y generar una respuesta positiva en la audiencia. A continuación, encontrarás los recursos más efectivos junto con ejemplos prácticos para incorporarlos en tus presentaciones.

Usar pronombres personales ("yo", "tú", "nosotros")

  • Yo entiendo los desafíos de este proyecto, pero sé que juntos podemos resolverlos.
  • Tú necesitas una solución que haga crecer tu negocio sin complicaciones.
  • Nosotros, como comunidad médica, tenemos la responsabilidad de innovar en tratamientos.

Usar primera persona singular ("yo", "mi", "me")

  • Yo he visto cómo equipos como el nuestro logran resultados increíbles con el enfoque adecuado.
  • Mi equipo ha trabajado sin descanso para ofrecerte la herramienta más eficiente del mercado.
  • A mí me preocupa que aún no estemos aplicando estos hallazgos en la práctica clínica.

Usar segunda persona ("tú", "ustedes")

  • Tú tienes la capacidad de liderar este cambio en la empresa.
  • Ustedes han enfrentado este problema durante años, y hoy traemos la solución.
  • Tú, como especialista, puedes marcar la diferencia aplicando este tratamiento en tus pacientes.

Usar asentimientos ("sí", "ok") para reforzar ideas

  • Sí, el cambio es retador, pero estamos preparados para enfrentarlo.
  • Ok, imagina que puedes reducir costos un 30% sin esfuerzo.
  • Bien, los resultados son prometedores, pero aún debemos ampliar el estudio.

Usar números para aumentar credibilidad

  • Hemos mejorado nuestra eficiencia en un 25% en los últimos tres meses.
  • Este software ha ayudado a más de 500 empresas a mejorar su productividad.
  • El 87% de los pacientes mostró mejoría con este nuevo protocolo.

Usar expresiones de certeza ("siempre", "nunca")

  • Siempre que trabajamos en equipo, logramos mejores resultados.
  • Nunca ha sido tan fácil gestionar todas tus operaciones en un solo sistema.
  • Siempre que se detecta a tiempo, el pronóstico del paciente mejora significativamente.

Usar palabras de inclusión ("todos", "nosotros")

  • Todos en este equipo somos responsables del éxito de este proyecto.
  • Nosotros creemos que todas las empresas merecen tecnología accesible.
  • Todos los médicos aquí presentes pueden aplicar estos hallazgos en sus pacientes.

Usar expresiones en presente ("ahora", "hoy en día")

  • Ahora tenemos la oportunidad de transformar nuestra forma de trabajar.
  • Hoy en día, los clientes exigen inmediatez y personalización.
  • Ahora podemos ofrecer terapias personalizadas gracias a los avances en genética.

Usar aliteraciones (repetición de sonidos iniciales similares)

  • Productividad, precisión y propósito: tres claves de nuestro éxito.
  • Rápido, rentable y revolucionario: así es nuestro software.
  • Diagnóstico, detección y decisión: pilares en el manejo temprano de esta enfermedad.

Usar rimas para hacer el mensaje más memorable

  • Si queremos crecer, debemos aprender. Si queremos avanzar, debemos innovar.
  • Menos costos, más control. Más eficiencia, menos error.
  • Más datos, menos dudas. Mejor evidencia, mejor salud.

Usar homogeneidad rítmica para mejorar la fluidez

  • Unimos estrategia, innovación y acción para lograr resultados.
  • Nuestro sistema es eficiente, potente y fácil de usar.
  • Este tratamiento es seguro, efectivo y accesible para los pacientes.

Mencionar nombres propios para generar conexión

  • Quiero reconocer a Laura y su equipo por liderar este cambio con pasión.
  • Empresas como Pharma Feliz ya están usando esta tecnología con éxito.
  • El Dr. Rodríguez en España ya ha implementado este protocolo con resultados prometedores.

Usar expresiones de gratitud ("gracias", "agradezco", "aprecio")

  • Gracias a cada uno de ustedes por su compromiso con este proyecto.
  • Apreciamos la confianza que nuestros clientes han depositado en nosotros.
  • Agradezco a mis colegas por su dedicación en esta investigación.

Como se ha dicho, no impartimos una presentación en público para recibir aplausos, pero hacerlo, puede darnos algo de retroalimentación de qué estamos haciendo algo bien con esta audiencia. Así que al rato que yo te hago, es que en tu próxima presentación, escojas algunos de estos recursos y procures usarlos, al menos como experimento. Podría sorprenderte y darte cuenta de qué tienes una capacidad para conectar superior a la que esperabas.

Bibliografía

Atkinson, J. M. (1984). Public speaking and audience responses: Some techniques for inviting applause. En J. M. Atkinson & J. Heritage (Eds.), Structures of social action: Studies in conversation analysis (pp. 370–407). Cambridge University Press.

Bull, P. (2016). Claps and claptrap: The analysis of speaker–audience interaction in political speeches. Journal of Social and Political Psychology, 4(1), 473–492.

Liu, Z., Xu, A., Zhang, M., Mahmud, J., & Sinha, V. (2017). Fostering user engagement: Rhetorical devices for applause generation learnt from TED Talks. En Proceedings of the Eleventh International Conference on Web and Social Media (ICWSM 2017) (pp. 592–595). AAAI Press.

Lee más
Los 2 Criterios Necesarios para que exista Educación

Hoy vamos a hablar de educación, pero déjame empezar haciendo una reflexión y compartiéndote una opinión poco popular.

El motivo por el cual voy a empezar de esta forma es porque lo que vas a leer a continuación es el resultado de un tren de pensamiento, y mi intención es llevarte, en la medida de lo posible, por el mismo tren de pensamiento que yo viví.

Mi esperanza, al hacerlo, es que al final de leer este documento seas capaz de sacar tus propias conclusiones y ver con claridad cuál es tu trabajo cuando tienes que impartir una presentación enfrente de los demás.

No siempre lo tenemos presente, pero al final, siempre que estamos impartiendo una presentación en público, estamos educando a ese público. Sin importar si estás haciendo una presentación cuyo propósito principal es educar o si estás haciendo una presentación de otra naturaleza (como un pitch comercial, una presentación ejecutiva o cualquier otro tipo de exposición) siempre que estás frente a otros, estás educándolos.

¿Qué es educación?

Entonces, preguntémonos: ¿qué rayos es la educación? ¿Educación es aprender? ¿Es enseñar? ¿Es leer? ¿Ver un video? ¿Ver una TED Talk?

Si yo me siento dos horas frente a la pantalla viendo videos de YouTube sobre cómo mejorar mis finanzas personales, ¿me estoy educando realmente? ¿Qué pasa si invierto la misma cantidad de tiempo viendo TikToks? ¿Eso cuenta como educación?

Yo creo que cualquier tipo de contenido puede ser educativo, siempre y cuando exista una intención de educación detrás de la transmisión de ese contenido. Te voy a poner un ejemplo muy práctico con el que seguramente te va a quedar perfectamente claro a lo que me estoy refiriendo.

Seguramente alguna vez has visto algún capítulo del show Shark Tank, en donde emprendedores de todo el país se presentan frente a un grupo de inversionistas para presentar sus pitches comerciales e, idealmente, ganar algo de inversión sin perder tanto de su emprendimiento y, de paso, recibir publicidad en televisión nacional.

Shark Tank

Se me hace muy interesante analizar la diferencia que hay entre el show en México y el show en Estados Unidos.

Si tú analizas con cuidado los clips de los pitches que acaban en televisión y en redes sociales, en el caso del show en México un pitch que duró probablemente 90 minutos se reduce a una cápsula de 10 o 15 minutos en la que sí, se habla sobre el negocio, la idea del emprendimiento, el dinero y los números, pero se le dedica más tiempo a la historia del emprendedor: cómo se siente la persona, qué opinan subjetivamente los inversionistas del emprendedor y sus decisiones, y ese tipo de cosas.

Si ves un clip del mismo show, pero en Estados Unidos, muchas veces el enfoque es diferente. Pasa lo mismo: un pitch que duró unos 90 minutos se reduce, pero en ese clip reducido vamos a ver otro tipo de contenido. Vamos a ver un enfoque en el modelo de negocio, los números, los resultados en ventas y el potencial de crecimiento. 

Esto que estoy diciendo no es blanco y negro, obviamente hay excepciones, pero yo sí he notado ese patrón y tengo una hipótesis al respecto. A mí me parece que el mismo show en Estados Unidos es más educativo que en México.

Me parece que en México tiene un propósito más de entretenimiento que de formación, mientras que en Estados Unidos, claro que es entretenimiento, pero de verdad la gente aprende mucho viendo ese programa.

Aunque no lo creas, tiene más de una década al aire. En el show en Estados Unidos ha pasado en más de una ocasión que se presentan niños pequeños de 14, 12, 9 o 6 años presentando sus ideas de negocio.

Para mí ha sido interesante e inspirador escuchar el testimonio de esos pequeños, porque muchos de ellos dicen que crecieron viendo Shark Tank y que gracias a eso aprendieron las bases del negocio. Eso es lo que yo creo que sí vale la pena destacar y tener en consideración.

Entonces, este es un ejemplo en el que se puede apreciar con claridad que el mismo contenido puede ser educativo o no educativo, en función de si existe o no una intención de educación.

Hablemos ahora de inteligencia artificial. Lo que ha pasado con el lanzamiento de ChatGPT 3.5 y luego ChatGPT-4, así como la interfaz de chats que disrumpió por completo el consumo de servicios de inteligencia artificial, es que la IA se convirtió en un fenómeno de consumo global.

Si estudiáramos la cantidad de tiempo que toman las nuevas generaciones en incorporar nuevas tecnologías, seguramente nos impresionaríamos.

Por ejemplo: la televisión se incorporó más rápido que la radio, el internet más rápido que la televisión, los teléfonos inteligentes más rápido que las computadoras personales. Pero yo no había visto una tecnología que se incorporara tan rápido como se incorporó ChatGPT y los demás motores de inteligencia artificial.

Todo el mundo usa inteligencia artificial. Mi mamá usa inteligencia artificial. Las amigas de mi mamá utilizan inteligencia artificial. Y muchas veces, inclusive las generaciones anteriores conocen hacks y formas de usar esta tecnología que a veces los más jóvenes no entienden.

Curva de Adopción Tecnológica

Checa nada más cómo cae la curva de adopción. como resbaladilla. Imagínate cuánto tiempo se va a tardar en incorporar a nivel masivo lo que venga después de IA.

Entonces es obvio por múltiples motivos que la inteligencia artificial ha revolucionado muchas cosas. No quiero perder el tiempo hablando de obviedades, pero sí creo que es muy importante el desarrollo de la IA.

Pero vamos a detenernos un momento, por favor, porque es aquí donde viene mi opinión impopular. Aunque creo que la inteligencia artificial da una gran ventaja a quienes la saben usar, yo personalmente no creo que haya llegado para desplazar la actividad humana. Al menos, muchas de las actividades humanas creo que nunca van a ser realmente desplazables por herramientas de IA.

Creo honestamente que estamos en una burbuja de inteligencia artificial. Todos los servicios, empresas y personas están tratando de incorporarla, cuando muchas veces realmente no es necesario. 

Te voy a poner un ejemplo: si quiero publicar una vacante para contratar a alguien en LinkedIn, lo que hago es dar clic en el botón "Publicar empleo" y automáticamente me aparece una caja de texto para ayudarme a redactar la vacante.

Lo cual me parece innecesario y que me interrumpe. Si estoy tratando de publicar una vacante, es porque ya sé quién es la persona que quiero contratar. Seguramente tengo un Job Scorecard, una definición de puesto o por lo menos un borrador inicial.

Muy seguramente no voy a publicar una vacante sin saber qué estoy buscando. Entonces, para mí, esto es un ejemplo de cómo hay empresas tratando de hacer entrar a la inteligencia artificial inclusive donde no cabe.

Uno de los ecosistemas en donde la inteligencia artificial, aunque puede ser de mucha utilidad, definitivamente no va a desplazar (ni en el corto, ni en el mediano, y en mi opinión personal tampoco en el largo plazo) al ser humano, es el ecosistema de la educación.

Y sé que muchas personas no van a estar de acuerdo con esto. Mucha gente tiene visiones de cómo, en el futuro, los chicos en vez de aprender en aulas tradicionales van a aprender en una especie de salón híbrido, con pisos alfombrados, juguetes por todos lados, algunos conectados a internet y con un tutor de inteligencia artificial.

Mucha gente cree que la capacitación corporativa en el futuro estará a cargo de sistemas que incorporen los datos de la empresa, los crucen con datos del mercado y sean capaces de generar contenidos y experiencias educativas. Sé que muchas personas creen que esto va a pasar. Pero yo, personalmente, creo que no va a ser así.

Creo que la inteligencia artificial es una poderosa herramienta para educadores, capacitadores, expertos o conferencistas. Pero no veo, en ningún momento pronto, que la inteligencia artificial reemplace la experiencia que es enseñar. Puede ser que me equivoque, porque no tengo una esfera mágica. Pero personalmente no lo veo.

Y déjame compartirte un poco más sobre de dónde viene esta visión. Dependiendo de la edad que tengas, te acordarás de algunos de estos hitos en tecnología de la información.

Cuando yo era chico llegó la computadora a mi casa con capacidad de conectarse a internet. Accedí a una computadora con internet un poco antes de que fuera popular, porque alguien de mi familia trabajaba en un lugar que le daba cierto tipo de accesos en telecomunicaciones.

En esos tiempos, cuando te conectabas a internet lo hacías a través de un módem, la conexión era de 56 kB/s (nada= y sobre todo, no había casi nada de contenido en internet, especialmente contenido en español.

Con el paso del tiempo, internet se fue poblando: primero con creadores independientes, después con empresas, y en algún momento surgió esta plataforma llamada Wikipedia.

Fue una sorpresa para todos. Nadie esperaba que pudiera existir una plataforma que consolidara todo el volúmen del conocimiento humano. Antes de Wikipedia teníamos enciclopedias físicas en los libreros de nuestras casas. O, si éramos más tecnológicos, teníamos Encarta, que era un CD Room que metías en la computadora y navegabas por una enciclopedia digital. Pero Wikipedia era otra cosa. Estaba conectada a internet y tenía un modelo colaborativo: la Web 2.0. Eso no existía antes, ni siquiera en la ciencia ficción.

A lo mejor te acuerdas, o a lo mejor no, pero cuando salió Wikipedia se escucharon muchas voces: medios, líderes de opinión, padres de familia, maestros... profetizando que Wikipedia iba a transformar la educación para siempre. La promesa era que a partir de ese momento, ningún niño del mundo se iba a quedar sin educación, porque con una computadora y conexión a internet, todos iban a usar su curiosidad natural para absorber como esponjas todo ese conocimiento. Se iban a convertir en una generación de niños genios.

Más de dos décadas después, esa promesa no se ha cumplido. De hecho, estudios han planteado que en países como Dinamarca, Reino Unido y Estados Unidos, el coeficiente intelectual pasó de subir desde inicios del siglo pasado hasta los años 70s, y que a partir de los 80s en ciertos casos el CI bajó. ¿co-relación con el surgimiento de internet? Difícil de decir.

 

Si estos estudios fueran globalmente aplicables, sería terrible y deprimente. Y es un testimonio claro de que el hecho de que exista la tecnología no significa que el ser humano la vaya a utilizar en su máximo potencial.

Pasó el tiempo y surgió YouTube, una plataforma de libre acceso donde no solo podías ver videos, sino también subirlos. Nuevamente la promesa: “Toda la información estará disponible. Ya no habrá ignorancia. Todos tendremos acceso al conocimiento.” Pasaron los años… y la promesa tampoco se cumplió. YouTube es extraordinario, pero me mantengo escéptico de que como sociedad nos hayamos vuelto más cultos o inteligentes a partir de YouTube.

Si no estás convencido todavía, este ejemplo te va a convencer: En 2012 surgieron Coursera y edX. Plataformas con costos simbólicos para tener acceso a programas educativos completos de universidades como Harvard, Stanford o Yale. Literalmente, con una fracción mínima del costo real, puedes obtener diplomados, grados o posgrados de las mejores universidades del mundo.

Y aunque muchas personas efectivamente aprovechan esta tecnología, no es como que todo el mundo esté por la calle ostentando su doctorado en Harvard, ¿verdad?

¿Cuál es el motivo?

¿Por qué, a pesar de tecnologías como Wikipedia, YouTube, Coursera o ChatGPT, no hemos conseguido elevarnos como sociedad intelectual?

Porque, aunque todos tenemos acceso a toda la información del mundo... no la incorporamos.

 

Había una caricatura que salió el New York Post que comparaba ChatGPT con un tubo de pasta dental, pero en vez de pasta salía el conocimiento de la humanidad. Literalmente, eso es lo que puedes hacer con inteligencia artificial.

Pero hay algo más que se requiere para que exista educación.

Tener la información disponible, claro que es importante. Pero la disponibilización nunca fue el cuello de botella. Cuando hay voluntad, se encuentra la información. Una persona curiosa aprende, esté o no en YouTube.

Entonces sí, es importante tener acceso a la información. Pero ese no es el cuello de botella más importante. Hay otra cosa requerida para que exista educación: la persuasión.

Y la persuasión es algo que la inteligencia artificial nunca va a poder hacer. Porque los seres humanos solo nos dejamos persuadir por otros seres humanos. Nunca ha pasado que un humano haya sido persuadido de algo por una inteligencia artificial. La IA nos ha ganado en ajedréz, compra venta de acciones en la bolsa y pronósticos del clima… pero nunca un a IA ha realmente persuadido a nadie de nada.

El ser humano tiene libre albedrío. Inclusive si estás perdido en un bosque y se aproxima un oso, tú puedes decidir: ¿huyo o peleo? Eso es libre albedrío. Y eso solo puede tocarse mediante la persuasión. La persuasión es una actividad exclusiva del ser humano. Ni los animales, ni las fuerzas de la naturaleza, ni la tecnología pueden persuadir.

Persuasión + Disponibilización

Pero la disponibilidad de la información sí es importante. Solo que no es suficiente. Para que exista educación, tienen que existir ambas cosas: disponibilización de la información y persuasión.

Bibliografía

Teasdale, T. W. & Owen, D. R. (2008). Secular declines in cognitive test scores: A reversal of the Flynn Effect. Intelligence

Lee más
Persuasión en medios: 4 Factores que Hacen que la Audiencia te Crea

Hoy vamos a entender qué hace que una audiencia se deje persuadir, independientemente del formato, pero siempre considerando que el medio condiciona el modo en que un mensaje puede persuadir en una entrevista en medios de comunicación. La investigación en comunicación, psicología cognitiva y análisis de medios permite identificar patrones que explican cómo se forma esa percepción. Es por eso que hoy vamos a analizar 4 factores que al dominarlos van a ayudarnos a que nuestra audiencia nos crea.

Persuasión en medios- 4 Factores que Hacen que la Audiencia te Crea

Facilidad de Comprensión

La teoría de la fluidez cognitiva, presentada por Reber, Schwarz y Winkielman en el paper de revisión teórica Processing Fluency and Aesthetic Pleasure, demuestra que las personas tienden a confiar más en los mensajes que procesan con menos esfuerzo. Esta premisa también se respalda en el trabajo de Cruz, F., & Lombrozo explicado en Cómo usar Niveles de Conversación para Comunicar con Impacto. Esto explica por qué en prensa escrita y medios digitales la precisión y la legibilidad inmediata decisivas. Lo que la audiencia entiende rápido lo percibe como más creíble.

Coherencia no Verbal y Percepción de Competencia

Antes de que tu audiencia decida sobre si tu argumento es válido o no, van a decidir (de forma consciente e inconsciente) si tu imagen, tu presentación y tu lenguaje no verbal son congruentes con lo que tratas de comunicar. Y eso es algo que se nota en segundos.

El primer filtro del público en el discurso no es a nivel argumentativo, sino sobre la expresión. Las personas evalúan la congruencia entre voz, cuerpo y contenido.

Existe la percepción de que la comunicación no verbal puede ser más importante que la verdad. Esa confusión viene de una malinterpretación del estudio Mehrabian; pero lo que si sabemos por el trabajo de Burgoon, Guerrero y Floyd es que el lenguaje no verbal puede redundar, sustituir, complementar,  enfatizar, o contradecir el mensaje verbal.

Por eso es clave asegurar congruencia entre el mensaje y el lenguaje no verbal. Veamos un fragmento de la Entrevista de Martha Debayle al Dr. Mauricio González., en la que se aprecia congruencia.

 

En televisión, videos en vivo y cualquier formato donde la imagen es dominante, la audiencia interpreta señales no verbales como indicadores de competencia y credibilidad (ethos). 

Por ello, Hall, Horgan y Murphy afirman en Nonverbal communication (2016) que una postura abierta, mirada estable y un ritmo vocal definido aumentan la percepción de autocontrol y, por ende, la credibilidad (éthos). 

Estructura Estratégica

Las respuestas persuasivas en entrevistas difíciles suelen tener algo en común: están construidas desde una estructura sencilla y ordenada. Heath y Heath, en Made to Stick (2007), muestran que las ideas memorables tienen simplicidad, concreción y una forma narrativa básica. 

Esta estructura es lo que permite responder con claridad incluso cuando el periodista cambia de dirección o presiona con preguntas inesperadas. En ruedas de prensa o entrevistas espontáneas, tener dos o tres premisas ancla hace toda la diferencia entre la dispersión del mensaje y el control del sentido de cada respuesta para mantener coherencia y credibilidad.

Hay múltiples estructuras a las que puedes apegarte para llevarme una entrevista en la dirección que necesitas que vaya la que nosotros proponemos es la estructura, G.R.A.C.E., que como su nombre lo indica, te permite responder con gracia mientras aterrizas la conversación en tus Talking Points.

Método G.R.A.C.E.

Gratitud

Lo primero que vamos a hacer es que vamos a reconocer la validez de la pregunta que hemos recibido y agradecer al periodista que nos la está haciendo.

Reencuadre y Afirmación

Al encuadre también se le conoce como puenteo. Es un ejercicio en el que tú, validas que has comprendido la pregunta que se te ha hecho, pero antes de responderla la relaciones con el Talking Point que tú estás tratando de hacer. Ve, por ejemplo, los primeros minutos de esa entrevista a Zohran Mamdani en NBC News tras su reunión con Trump.

 

Mamdani escucha las primeras dos preguntas de la periodista y las entiende, pero no las responde, en vez de eso las usa como pretexto para aterrizar el punto que está tratando de hacer.

Sabemos que no es porque esté distraído o no entienda, porque la tercer pregunta que le hace la periodista la responde directamente, porque está alineada a la agenda que tiene para esa entrevista.

Conexión y Explicación

Mucha gente para, en Reencuadre y Afirmación, pero es una muy buena práctica, aplicar conexión y explicación que es dedicarle un poco tiempo a conectar el punto que acabas de hacer con la pregunta del prevista y responder. A modo de explicación. La pregunta que se te ha hecho originalmente. Usando gratitud, re encuadre, afirmación, conexión y explicación. Lograrás por una parte aterrizar tu punto con el auditorio y al mismo tiempo ganar buena fe con el periodista que te está entrevistando.

Ajustarnos al Medio

Como se explica en el artículo Guía de Entrevistas con Medios: Cómo Persuadir Según el Formato, cada medio requiere una estrategia distinta en función del tipo de formato (duración, ritmo, si hay imagen, edición, etc).

A ello hay que sumar lo que Napoli afirma en Social Media and the Public Interest (2019), describe que en un medio digital la atención dura apenas segundos; en podcast puede durar una hora; en prensa la palabra queda fija y permite ser revisada; y en video o en voz, el uso de la comunicación no verbal es de gran importancia.

Esta diversidad de contextos explica por qué un vocero no puede repetir del mismo modo una misma respuesta. Aunque el objetivo y la argumentación sea la misma; es importante comprender que la forma debe adaptarse al medio.

Ideas que se nos Quedan en el Tintero

La capacidad de persuadir mediante influencia en las emociones (pathos) no significa dramatizar, sino orientar emocionalmente a nuestro interlocutor. Para lograrlo sin caer en exageraciones, la combinación más eficaz es construir una narrativa breve acompañada de evidencia precisa. 

Green y Brock afirman en Transportation in Public Narratives (2000) que las historias bien construidas reducen la resistencia cognitiva y facilitan la comprensión del mensaje para el interlocutor. En entrevistas más largas, como podcasts u otros formatos digitales o físicos, esta combinación permite que la audiencia entienda por qué un dato importa, no solo que el dato existe.

Uno de los errores comunes en entrevistas con especialistas es pensar que brindar más datos es el medio para lograr la persuasión. Petty y Cacioppo mostraron en Communication and Persuasion (1986) que la gente se convence más cuando completan el razonamiento por sí misma, porque ellas mismas han participado en la argumentación. Esto significa que en formatos como la prensa escrita o entrevistas técnicas, un solo dato bien orientado produce un efecto más notable cuando se le permite al interlocutor llegar a la conclusión. 

En este sentido, debe considerarse escoger con precisión los datos duros que se responderán para que no haya ambigüedad, pero también presentarlos de manera que el interlocutor participe de nuestra argumentación. Esto reduce la resistencia y conduce a la persuasión.

Por otro lado, Brehm explica en Psychological Reactance (1981) que cuando una persona percibe un intento de persuadir con un discurso triunfalista o protagónico, suelen activarse en los interlocutores una resistencia a lo que afirma. Esto afecta especialmente a temas sensibles como salud, seguridad, o políticas públicas, donde el público suele abordar la conversación con sospechas previas. 

En estos casos, poner al auditorio como protagonista y darle importancia a lo que a éste le importa, es el medio para llegar a la persuasión para reducir gradualmente su resistencia.

 

 

La evidencia revisada muestra que persuadir en medios es un asunto de alinear los factores verbales, no verbales y contextuales en un entorno que siempre selecciona, edita y acelera la percepción del público. Por ello, los estudios citados convergen en lo mismo: un mensaje claro se procesa con menos resistencia, una narrativa bien construida facilita la aceptación porque reduce el esfuerzo cognitivo , y que la coherencia entre palabra, gesto y voz incrementa la credibilidad inmediata del portavoz.

Bibliografía

Burgoon, J. K., Guerrero, L. K., & Floyd, K. (2016). Nonverbal communication. Routledge. 

Brehm, J. W. (1981). Psychological reactance: A theory of freedom and control. Academic Press. 

Heath, C., & Heath, D. (2007). Made to Stick: Why some ideas survive and others die. Random House.

Mehrabian, A., & Wiener, M. (1967). Decoding of inconsistent communications. Journal of Personality and Social Psychology, 6(1), 109–114

Reber, R., Schwarz, N., & Winkielman, P. (2004). Processing fluency and aesthetic pleasure: Is beauty in the perceiver’s processing experience? Personality and Social Psychology Review, 8(4), 364–382. 

 

 

 

 

Lee más